
Sol, arena y río. A quién no le gusta disfrutar de las playas del interior en vacaciones, sobretodo en estas épocas de crisis económica, es algo más que tentador para disfrutar en familia. Sin embargo en ocasiones, todo este confort se puede transformar en una película de terror al estilo Hollywood si aparecen las feroces palometas. Esto le ocurrió hace unos días a un niño de Goya en el balneario de Santa Lucía mientras jugaba en la costa. Y no es la primera vez que se da, ya son varios los casos de ataques en ese lugar y otras playas de la zona. El chico fue internado de urgencia y tuvieron que amputarle parte del pie para que no se le infectara. El Municipio tuvo que prohibir el acceso al agua a los demás bañistas.
Los profesionales aseguran que el ataque de palometas es cada vez más frecuentes por las altas temperaturas. Por lo visto el agua calienta el ánimo de los peces y también de los bañistas que ahora prefieren bañarse en los complejos con piscinas o bien en su propio patio en piletas familiares, al resguardo de las pirañas criollas.
En las últimas semanas también hubo casos de ataques de palometas en Mburucuyá, Goya, Nueve de Julio, y en la mayoría de los balnearios del sur de provincial. En ésta última localidad se habla incluso de presencia de yacarés en plena laguna Ojeda, donde suelen refugiarse del calor vecinos de Bella Vista, San Roque y toda la zona.
Por este tipo de inconvenientes muchas comunas debieron dar por finalizada la temporada veraniega con la consecuente pérdida de visitas de turistas.
¿Quiénes pierden? Los comercios, los hoteles y cabañas, los restaurantes, los pubs, y todo el pueblo en sí que queda sindicado como “área protegida por palometas”, como sugieren algunos memes vía redes sociales.
¿Se puede prevenir? probablemente. Con los equipos de profesionales idóneos, los estudios ambientales necesarios y la adecuación de mallas acuáticas o algún tipo de protección más efectiva para los bañistas seguramente se puede disfrutar sanamente de la naturaleza. En algunas playas como las de Corrientes por ejemplo se instalaron piletas con juegos para los más pequeños fuera del río, para protegerlos y tener mayor control sobre ellos.
Lo cierto es que ahora, faltando casi un mes para finalizar las vacaciones, los vecinos de Santa Lucía y zonas aledañas deberán conformarse con ver el río desde lejos y disfrutar del calor fuera del agua. Conclusión, ganaron las palometas.