
El golpe lo habría dado una banda de ladrones que contaba con información precisa e ingresó a través del hueco de un acondicionador de aire. Abrieron una caja de seguridad.
Los playeros como tampoco el vigilador de una estación de servicios de la capital provincial no se dieron cuenta del ingreso de una banda de ladrones al sector administrativo, lugar del que robaron una abultada suma de dinero en efectivo.
El golpe fue descubierto ayer a la mañana, aunque las presunciones indican que ocurrió a la madrugada cuando los malvivientes extrajeron un acondicionador de aire y entraron a través de ese hueco en la pared. Lo hicieron después de cortar una malla de hierro.
Fuentes policiales confirmaron a época que el ilícito afectó a la expendedora de combustibles que funciona en la intersección de avenida Presidente Nicolás Avellaneda y Medrano, barrio Güemes.
La incursión de ladrones se produjo cuando varias personas trabajaban en el comercio, tanto los vendedores en el sector de playa como en el minishop. Cerca de ellos estaba el personal de vigilancia.
El dinero producto de la recaudación por ventas estaba adentro de un cofre metálico de seguridad. “Una caja fuerte”, según trascendió.
A pesar de contar con ese dispositivo de resguardo el efectivo pudo ser sacado, presuntamente, “sin demasiado inconveniente”.
Cometido el robo los autores salieron por igual espacio.
Alertada, la Policía comenzó la pesquisa en búsqueda del esclarecimiento. Realizaron trabajos de pericias, toma de testimonios y una inspección que llegó a terrenos lindantes.