
Un repartidor de productos higiénicos solicitó ayuda policial porque delincuentes se apoderaron de las mercaderías y estaban vaciando el rodado.
Al llegar el móvil de la comisaría Segunda, sobre calle Alberdi, en el barrio San Martín fueron recibidos por una lluvia de piedras que terminaron por romper los cristales.
Uniformados del móvil 336 persiguieron al ladrón y cuando estaban por detenerlo (mientras recuperaban la mercadería sustraída) numerosos habitantes del asentamiento agredieron con cascotes.