En un gesto de considerable optimismo, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) tituló «Conferencia para la victoria electoral» la reunión que ha celebrado este sábado en Berlín, en la que escenificaba el arranque de su campaña electoral para las elecciones anticipadas del 23 de febrero. Optimismo porque todas las encuestas coinciden en otorgar al SPD alrededor de un 15% de los votos, menos de la mitad de lo que vaticinan a la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU) e incluso por detrás de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD).Siguiendo este guion, alrededor de 500 candidatos vitorearon al todavía canciller Olaf Scholz , como si en las pasadas semanas no se hubiera discutido su candidatura, no deseada por las bases, y como si no hubiera debido ser impuesta por la dirección del partido, con Saskia Esken y Lars Klingbeil al frente. En vísperas de la conferencia, Scholz expuso en el periódico del partido \'Vorwärts\' su pensamiento mágico. Aludió a la fecha de las elecciones y a que en Hamburgo ya había «tenido ya muy buena experiencia con febrero como fecha electoral dos veces, así que lo tomaré como un buen augurio para los próximos meses». El ministro de Defensa, Boris Pistorius , el preferido de la bases como candidato, no estaba presente, lo que sugiere un claro distanciamiento del partido y sus votantes.La organización se esforzaba por impregnar la reunión de un tono festivo, regalando pañuelos rojiblancos para anudarse al cuello y repartiendo fotos del candidato con su melena rizada, de cuando pertenecía a las juventudes del partido, en las que aparecía escrito «Scholz salvaje». Pero el tono del primer discurso de campaña del candidato fue completamente diferente. «Son serios, muy serios», dijo «hay nuevas amenazas, guerra en Europa y muchos empleos que ya no son seguros». «En medio de esta incertidumbre, necesitamos afianzar las pensiones, alquileres pagables, garantizar la sanidad y los cuidados, eso es lo que nos estamos asegurando este invierno», identificó las líneas directrices de su programa, además de referirse a la «palanca Verde» y a inversiones para las que no se sabe de dónde sacará el presupuesto.Noticia Relacionada estandar Si Angela Merkel sale de gira mundial con su libro Rosalía Sánchez Merkel presentará su libro en Washington el lunes con el expresidente de EE.UU., Barack ObamaA pesar de que el programa del SPD para las elecciones al Bundestag del 23 de febrero no quedará cerrado hasta otra conferencia, programada por el partido para el 11 de enero, Scholz describió con gran detalle su plan de cuatro puntos para estimular la economía. Prometió un aumento del salario mínimo de los 12,41 actuales a los 15 euros en 2026. Reiteró la promesa de aliviar al 95% de los empleados en el impuesto sobre la renta, así como una mayor tributación para el 1% más rico. E insistió en que «las pensiones estables solo se pueden conseguir con el SPD». Scholz quiere crear un fondo de 100.000 millones de euros que «se alimente de fondos públicos y capital privado» para invertir en la expansión de la red eléctrica o en la construcción de viviendas, renovar la infraestructura en ruinas y aumentar el número de guarderías, de manera que «las mujeres y las familias jóvenes trabajen a tiempo completo». Salvo el multimillonario fondo de incierto origen, sonaba todo a más de lo mismo y una de las pocas novedades presentadas fue el folleto de 108 páginas titulado \'Reglas para lidiar con las redes sociales\' y que informa a los candidatos sobre cómo lidiar en campaña con las redes sociales. «Evite el alcohol al escribir publicaciones y manténgase alejado del cinismo», aconseja por ejemplo.El programa que la CDU presentará oficialmente el 17 de diciembre, con un gran peso en materia migratoria, se centra también en un nuevo programa económico con el que responder al estancamiento económico y a los desafíos a los que está expuesta la nación exportadora. Los conservadores descartan subidas de impuestos y la reforma al freno de la deuda, aunque esto último lo dicen con la boca relativamente pequeña, y se esfuerzan por no permitir que el SPD presente al líder conservador como un banquero despiadado. Friedrich Merz ocupó un puesto en el consejo de administración de Blackrock y electoralmente eso tiene un precio. «Quiere una campaña electoral a costa de los empleados y eso no es decente», le acusó el líder del partido, Lars Klingbeil, convencido de que, contra Merz, es posible cerrar las propias filas.