
Uno de ellos sería autor del abuso de una nena de siete años, hija de su concubina. El restante habría ultrajado a dos hermanos, hoy adolescentes, desde que eran chicos. Las víctimas son hijastros. Tras la muerte de la madre ambos contaron el calvario a sus tíos.
Dos hombres resultaron detenidos ayer por la Policía luego de ser denunciados como responsables de los abusos sexuales en perjuicio de tres menores de edad, hijos de sus parejas.
Uno de ellos habría sometido a una nena de siete años en una vivienda del barrio Molina Punta de la capital provincial y, según trascendió, en el estudio médico a la víctima encontraron pruebas contundentes del delito.
El restante sujeto está acusado de violaciones reiteradas a lo largo de los últimos diez años en contra de dos hermanos, hijos de quien fuera su concubina.
Tal como investiga la Justicia a partir de la denuncia de una tía de las víctimas, un varón de 15 y una chica de 16 años, los ataques sexuales comenzaron cuando eran muy chicos.
Efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (DIC) sorprendieron en la vía pública a un albañil contra quien su pareja radicó una denuncia en la sede de la División de Delitos Contra la Integridad Sexual.
La mujer notó un comportamiento extraño en su hija. Comenzó a realizar preguntas y supo lo peor. Entonces no dudó en pedir ayuda y acudir de urgencia a la Policía.
De acuerdo a información recopilada en el protocolo de actuación ante casos de abusos sexuales encontraron evidencia clave de la agresión.
Rastros de lo que sería líquido seminal había en las prendas de vestir de la pequeña y también lesiones compatibles con un “acceso carnal”.
Madre e hija convivían con el presunto violador en una casa del barrio Molina Punta, en la zona Noreste de la ciudad, indicaron fuentes cercanas a la pesquisa.
El joven trabajaba como obrero en una edificación del barrio La Cruz, dato con el cual las autoridades de la DIC lo apresaron a pocos metros de la intersección de las calles Mariano Moreno y San Luis.
Tal persona permanecía ayer encerrada a disposición de las autoridades judiciales.
Calvario
En una vivienda de calle General Paz, en jurisdicción del barrio Villa Chiquita, habría sucedido una lamentable historia de abusos sexuales en contra de dos hermanos.
Un varón y una mujer, actualmente de 15 y 16 años, son quienes luego de casi una década rompieron el silencio.
Después de que la madre de ambos falleció, hace aproximadamente siete meses, decidieron pedirle a unos tíos ir a vivir con ellos. La razón, tal como la revelaron ante sus familiares, fue el calvario a los que su padrastro los habría sometido desde que eran unos niños.
Por este suceso de características aberrantes ayer policías de la DIC detuvieron al acusado cerca de su domicilio. Se trata de José María M., de 53 años.
Ese hombre era pareja de la mamá de ambos adolescentes, a quienes mantenía bajo amenazas, según detalles revelados en el proceso de denuncia.
Esta causa también fue iniciada como abusos sexuales reiterados con acceso carnal agravados por la relación de convivencia.