
El 27 de febrero de 2016 Rodrigo, quien hoy tiene 18 años, sufrió una atroz paliza en la localidad de San Roque en la cual utilizaron palos, cadenas y piedras un grupo de cinco muchachos.
Ados años y 8 meses del hecho, en sólo dos jornadas de debate, el Tribunal Oral Penal de Goya determinó una condena de prisión efectiva para los cuatro imputados y se aguarda el fallo para quien en ese entonces era menor de apellido Domínguez. Además, deberán pagar una indemnización por daños a la víctima.
“Con la sentencia demostraron que Rodrigo fue la víctima”, dijo a época Rosa, tía de Rodrigo Salinas, joven sanroqueño que hoy camina ayudado por un andador y se desplaza algunas veces en sillas de rueda.
“Todo el pueblo de San Roque sabrá que mi sobrino fue la víctima, ellos (los imputados) quisieron manchar el nombre de Rodrigo. Se hizo justicia”, dijo Rosa a este medio tras conocer el veredicto del Tribunal.
La segunda jornada de debate inició a las 9 con los alegatos de la querella en la cual el doctor Mariano Da Vila puso principal énfasis en el informe presentado por la junta médica, que expresó que Rodrigo no puede declarar estableciendo el grado de lesión y los puntos de incapacidad que le ocasionaron los golpes recibidos en la cabeza y partes del cuerpo. Además, se hizo valer los datos que dio el sereno en su momento y otros imputados quienes declararon en sede policial.
Hubo dos defensas técnicas, integrada por el doctor Silvio Sosa junto al letrado Federico Sandoval, quienes ampararon a tres imputados: Joaquín Fernández, Nicolás Pozzer y Emiliano Sosa. Y a los acusados Francisco Fernández y Andrés Domínguez fueron defendidos por el doctor Salinas. Ambos defensores dieron sus alegatos.
Tras dos horas de deliberación cerca de las 16, el TOP comunicó su fallo. El próximo 11 de octubre se realizará la lectura de los fundamentos.
Rodrigo estuvo en la sala de audiencias
Si bien la víctima no declaró por el grado de incapacidad que tiene, los familiares estuvieron junto a él, quien ni si quiera tuvo alguna reacción cuando vio a sus agresores. “Él (Rodrigo) estaba en su mundo, se reía, le dábamos caramelos, no los reconoció porque no se acuerda del hecho. Él estuvo contento todo el momento. Pero sí tanto la madre como el hermano de Rodrigo estallaron en llanto cuando leyeron la sentencia”, agregó Rosa.
“Mi sobrino va a tener que luchar toda su vida contra el mal que le hicieron, ellos por lo menos tres años estarán presos pero después continuarán su vida de manera normal”, se lamentó la tía.
El hecho
Rodrigo, en ese entonces menor de edad, recibió una golpiza con palos y cadenas. Quedó tirado inconsciente en el cruce de las calles Reimundo Reguera y Ruperto Montenegro.
El joven, junto a otro menor, había pasado por una esquina céntrica en la que siete muchachos compartían una reunión de amigos.Tras insultos de ambos bandos se desató una riña.
El compañero de Rodrigo, de nombre Joaquín, decidió alejarse de la gresca y buscar ayuda.
Tras investigaciones se determinó que cinco fueron los que participaron de la agresión entre ellos un menor de 17.
La Policía llegó al lugar y encontró a Rodrigo inconsciente y con cortes en la cabeza. Fue derivado al hospital Pediátrico y quedó internado en coma. Meses después le dieron el alta domiciliaria, pero las secuelas fueron graves: el muchacho estuvo sin poder hablar ni moverse.
Hoy, continúa con su recuperación pero las lesiones lo acompañarán el resto de su vida.