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Opinión del Lector

Hoy cumplo 96 años

Abrasha Rotenberg

Por Abrasha Rotenberg

Hoy cumplo 96 años y la cifra impacta pero no me inquieta porque decidí leerla en hebreo, de derecha a izquierda, una trampa que me retrotrae a mis 69 años, aunque imagino (o finjo) que tengo 50.

A menudo pienso en la muerte y me paseo, perplejo, entre las contradicciones bíblicas. Jehová decidió (Génesis 6-3) que “los días del hombre serán de 120 años” pero, según los Salmos (90-10), “los hombres viven 70 años y los fuertes (o los héroes), 80”.

Aunque soy racional y agnóstico en este caso, y por precaución, decidí someterme a la voluntad del Altísimo porque ya trasgredí los límites fijados por los Salmos y marcho, sumiso y esperanzado, hacia mis ineluctables 120 años.

Nací en un país que anunciaba el advenimiento del hombre nuevo pero, y me repito, las revoluciones las hacen los idealistas y las usufructúan los burócratas. José Stalin se apoderó de los sueños revolucionarios y los transformó en pesadillas. La ilusión duró un instante y generó el siglo del desencanto que sufrió mi generación.

Además, hoy padecemos las agonías de la revolución industrial y el inicio de la era de la robótica y la inteligencia artificial de consecuencias impredecibles y, sin duda, inquietantes.

La proliferación de los totalitarismos, el desencanto de una sociedad empobrecida y angustiada por la carencia de respuestas, la crisis de la democracia tradicional, la mediocridad instalada en la obsoleta dirigencia política y la multiplicación de falsos profetas dibujan un panorama no apto para la esperanza.

A pesar de que el hombre actual está, en relación a sus conocimientos, a distancias siderales del que habitaba las cavernas, la condición humana apenas se ha alejado unos centímetros de aquel antepasado simiesco. Ucrania lo testifica.

Parte de mi generación intentó construir un mundo más equitativo y fuimos derrotados, pero los vencedores nunca lograron apagar los fuegos de aquellos ideales que aún hoy, en circunstancias adversas, siguen ardiendo.

Feliz cumpleaños a los nacidos un 4 de mayo y no pueden celebrarlo.

A pesar de todo aún creo que vendrán tiempos mejores, y no soy el único. Una duda: ¿vendrán antes de que yo cumpla mis 120 años o después?

*Empresario, escritor, cofundador de la revista Primera Plana y el diario La Opinión.

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