Por Daniel Caran
La frase nos lleva a tiempos oscuros, y nos remite al odio irremediable.
Por ahí pasa el preconcepto instalado en estos tiempos en Corrientes, donde hablar de la Justicia implica meterse en un escenario peligroso.
El osar opinar o realizar consideraciones respecto a los integrantes de la Justicia correntina puede tener un oscuro análisis, e instalados como ‘semidioses’ nuestros jueces y funcionarios judiciales pueden decir, y hacer a voluntad.
Le pasó en las últimas horas a la doctora Any Pereyra, que en éstos días de locura política se refirió a la llamativa postura de algunos magistrados que obstaculizaron la implementación de la Boleta Única Electronica.
Y la Vice Intendente y candidata a renovar su cargo por la alianza Haciendo Corrientes, se debió retractar de sus dichos sobre supuestas injerencias políticas en las decisiones de la Jueza Civil y Comercial N° 3 con competencia Electoral, María Eugenia Herrero.
“No fue mi intención afectar su investidura”, manifestó Pereyra.
“Como mujer de la política, auxiliar del derecho como abogada, y sobre todo como mujer cristiana, no es mi voluntad ni mi espíritu iniciar y/o alimentar ningún tipo de conflicto con V.S., ni con ningún otro magistrado de la ciudad, en la que hace más de 19 años trabajo por el derecho y la justicia. No obstante seguiré trabajando para que la voluntad y la autonomía de los partidos políticos sea respetada por los magistrados”, dijo la vice local, con una nota enviada a Herrero.
“Tengo mi punto de vista personal, pero no lo haré público”, aclaró en declaraciones a la prensa.
El ‘no te metás’ de éstos días pasa por ahí. Es peligrosamente real.
