Por Daniel Caran
Lo cíclico golpea a miles de correntinos y correntinas. En pocas semanas más el boleto urbano del transporte público de pasajeros subirá un poco más de 100%. Lo confirmó el intendente de la ciudad el pasado viernes. Pero nada dijo, tampoco le preguntaron, por qué hasta ahora no hubo sanciones a las empresas concesionarias del servicio tras cinco días de paro entre el 7 y 11 de julio.
En cualquier ciudad del país al menos se hubiese esmerado en gestionar esa crisis. En corrientes tanto la ciudad como la provincia, ambos del mismos signo político ni hablaron del tema.
Pero la cuestión de fondo en todo esto es algo que lo planteamos aquí de manera reiterada porque lamentablemente es una constante en Corrientes. La falta de organismos encargados de defender al ciudadano y en este caso, usuario de un servicio esencial con múltiples deficiencias.
En soledad un grupo de vecinos nucleados en un foro salió a rechazar este nuevo abuso de poder por parte de las empresas y el poder político.
Claro que las firmas dicen y explican que necesitan cerrar su negocio, que los números sean rentables, pero nuevamente es el trabajador el que deberá pagar ese costo.
Otras veces lo planteamos. ¿Quién controla el reparto de los subsidios nacionales al transporte urbano local?
El pasado viernes se conocieron algunos números: el 25% de tarjetas activas SUBE en Corrientes tiene tarifa social, la mitad de $96,40 es pagado por el Estado nacional y eso también habla de la magra economía correntina dependiente de los recursos nacionales.
Corrientes en un estado de indefensión. Carente de organismos de control y una hegemonía política que corroe a la institucionalidad. Quizás la salida de un largo túnel esté en la organización ciudadana en entidades intermedias como el foro de vecinos que en soledad rechaza un nuevo atropello y un feroz daño al bolsillo.
"Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos".
Simón Bolívar
Buena semana
