Por Daniel Caran
Tras el receso invernal de julio, en la primera semana de agosto venidero, Corrientes pareciera ser que se encamina a enmendar parte de una constante deuda institucional con sus habitantes. Es muy probable que finalmente la Ley de Paridad de Género sea aprobada por la Legislatura provincial y si bien es quizá una norma, en principio parcial, saldará en parte una de las faltas de nuestro sistema electoral.
Sin embargo, queda aún pendiente el voto joven a más de 10 años que en todo el país, adolescentes pueden votar opcionalmente. En la provincia de Corrientes pueden hacerlo por un Presidente, pero no por un concejal de la ciudad en la que viven. Una verdadera contradicción.
Las herramientas electorales son como la política, deben servir para modificar la vida de la gente, no para confundirla al momento de entrar al cuarto oscuro.
Se debe a que la clave de nuestro sistema es la participación de la comunidad. Sin participación el sistema por el que nos regimos se debilita, se debilitan las instituciones y aparecen los atajos.
Por eso es necesario fortalecer los partidos políticos, abrirlos a la participación de todos los sectores. Mucho más de los sectores que no coinciden entre sí, es lo que enriquece justamente la política y la participación es la disidencia.
Haciendo de los espacios políticos meros cotos de pequeños poderes para determinados grupos de personas y dirigentes, no se construye nada desde ahí.
Hay que avanzar en la participación y en el juego limpio dentro de las estructuras de las agrupaciones políticas para conformar verdaderas propuestas que interesen y, sobre todo, capten la atención y participación de la comunidad.
De no hacerlo se continuará cometiendo los errores del pasado trayéndolos al presente. Abran la jugada para todos los que quieren el bien común de nuestra amada tierra correntina.
