En la frontera de Breisach am Rhein, en el distrito de Breisgau Hochschwarzwald, se registra este jueves una situación inusual: un paso fronterizo en el que suele haber cola de entrada a Alemania aparece desierto. El motivo es la decisión del Gobierno alemán que acaba de comenzar a trabajar . El nuevo ministro de Interior, Alexander Dobrindt , ha dado orden en su primer día en la oficina de reforzar los controles fronterizos y desplegar fuerzas policiales federales adicionales que garanticen el cumplimiento de su segunda orden. En el futuro, los solicitantes de asilo sin permiso de entrada en el país deberían poder ser rechazados en las fronteras del país.Dobrindt ha retirado una instrucción oral de 2015 que contradecía esta práctica. Se espera que el contingente de la policía federal antidisturbios en la frontera se duplique hasta las doce unidades y que se añadan unidades móviles de control y vigilancia. Además, en el futuro, los agentes de inspección fronteriza deberán trabajar turnos de doce horas. Es la primera medida del Gobierno Merz para cumplir con la promesa electoral de terminar con el problema migratorio.El ministro regional de Interior de Baden-Württemberg, Thomas Strobl , ha acogido con satisfacción la decisión: «El Gobierno de Merz toma en serio las preocupaciones de la gente y está tomando medidas para frenar eficazmente la inmigración ilegal». Lleva tiempo exigiéndolo y afirma que «el aumento de los controles fronterizos y los rechazos constantes en la frontera van a ser un medio eficaz para proteger las fronteras y limitar la migración».Noticia Relacionada estandar Si Revés inesperado para Merz, que pierde la primera votación para ser elegido canciller en Alemania Rosalía SánchezLa policía regional está apoyando a la policía federal en la tarea. Según Strobl, este es el principio del fin de la trata de personas: «Con controles móviles y fijos en la zona fronteriza, así como con un intenso intercambio de información, no solo con la Policía Federal, sino también con la Guardia Fronteriza Suiza, las aduanas y otros, los resultados no tardarán en verse».En Baden-Württemberg ya se habían dado pasos en esta dirección que han servido como proyecto piloto. Según datos de la Policía Federal, desde la introducción de controles fronterizos fijos en las fronteras de Baden-Württemberg con Francia y Suiza, se han impedido miles de entradas no autorizadas, se ha detenido provisionalmente a numerosos contrabandistas y se han ejecutado cientos de órdenes de arresto pendientes, según el Gobierno regional.El número de solicitudes de asilo también ha disminuido significativamente. El sindicato de policía advierte, sin embargo, de sobrecarga de trabajo. «Tras las instrucciones verbales, ha comenzado el aumento de fuerzas en las fronteras», dice Andreas Roßkopf , presidente del Sindicato de Policía (GdP) del sector de la Policía Federal y Aduanas. Calcula que serían necesarios 200.00 agentes para cubrir por turnos todos los pasos fronterizos y duda que la medida se pueda levar a cabo por completo. De momento se ha ordenado a los guardias fronterizos que ajusten los turnos de servicio cuando sea necesario «para lograr una mayor disponibilidad».En Renania-Palatinado se ven afectadas las fronteras con Francia, Luxemburgo y Bélgica, pero los Gobiernos que han expresado su malestar oficialmente son los de Austria y Polonia. Los controles fronterizos, limitados en el tiempo según la legislación de la UE, se introdujeron ya en la frontera con Austria en 2015 y el Gobierno del Olaf Scholz los amplió gradualmente a todos los tramos fronterizos.Según información proporcionada por la predecesora de Dobrindt, Nancy Faeser , a principios de mayo más de 53.000 personas habían sido detenidas en las fronteras alemanas desde octubre de 2023. Sin embargo, el entonces presidente de la CDU y actual canciller Friedrich Merz y el líder del grupo regional de la CSU, Dobrindt, habían anunciado durante la campaña electoral que intensificarían los controles y rechazarían a los solicitantes de asilo inmediatamente después de asumir el cargo.El acuerdo de coalición entre la CDU/CSU y el SPD estipula: «En coordinación con nuestros vecinos europeos, también rechazaremos a los solicitantes de asilo en nuestras fronteras comunes». Sin embargo, no ha habido ese consentimiento de los vecinos.