
La pintoresca localidad de Santa Ana de los Guácaras es foco del desborde de varias lagunas, parte de su típico paisaje. Las lluvias convirtieron las callecitas de arena en fuertes torrentes de agua impidiendo su circulación por varios días. Según confirmaron vecinos y fuentes de la Municipalidad, si bien el agua sigue acumulada en varias zonas, el pico de la crecida comenzó a dar respiro.
La localidad que se caracterizó en los últimos años por ser el paraíso para quienes buscaban vivir cerca de la naturaleza y a pocos kilómetros de la Capital, se convirtió de la noche a la mañana en un gran espejo de agua casi sin fin. El desborde de las lagunas debido a las intensas precipitaciones generó problemas en la gran mayoría de las zonas. Ayer, a más de una semana de que se declarara la situación de alerta, la entrada por la Ruta Provincial Nº 43 permitía la libre circulación, pasando el arco de acceso y llegando hasta la plaza principal General San Martín, donde la iglesia Santa Ana funciona como albergue para unas diez familias evacuadas desde hace varias semanas.
El agua se ha ido y los vehículos circulan casi sin problemas. Así, varias de las arterias de la zona céntrica intentan recomponerse. No obstante, el panorama cambia en los barrios más alejados, donde las bombas trabajan sin descanso desde hace varios días para aliviar el caudal de las lagunas, pero un importante número de familias aún siguen sin poder salir. Este medio tomó contacto con varias fuentes oficiales y vecinos que viven en el lugar, quienes remarcaron que la situación comienza a mejorar pero aún resta mucho por hacer.
Las zonas más complicadas aún son el barrio Leconte, donde la avenida El Timbó se encuentra intransitable. Según confirmaron las fuentes municipales se realizan tareas de reparación integral porque la arteria fue socavada, no se puede pasar aún por allí, por eso además se abren caminos alternativos para que la gente pueda pasar, explicaron.
En la zona del ingenio Primer Correntino también hay familias aisladas a las que la Comuna asiste con alimentos ya que se hace muy difícil poder llegar a la zona, y en el barrio Colonia Álvarez también confirmaron la existencias de familias que se encuentran rodeadas de agua. En este último sector el problema aún es más grave, ya que allí el agua hizo desaparecer un puente y el agua corre caudalosa.
En la zona se puede pasar a caballo, y se espera que en los próximos días se inicien tareas de construcción de un nuevo puente. Los trabajos deben ser realizados por Vialidad Nacional que según confirmaron fuentes cercanas a la intendencia, ya fue puesto en conocimiento de la situación. Los vecinos de laguna Corazón, aún tienen agua a su alrededor: Estamos mejor, el agua comenzó a bajar pero aún estamos aislados, explicaron y adelantaron que temen por la posibilidad de nuevas lluvias para la semana que viene.
Evacuados
Este medio accedió a informes sobre la cantidad de familias evacuadas. Las cifras oficiales remarcan que se trata de 12 familias que se encuentran en la Iglesia, en el Salón de Usos Múltiples (SUM) y en el CIC, mientras que desde el cuartel de Bomberos remarcaron que según los datos que pudieron recabar se trata de unas 25 familias, entre evacuadas y autoevacuadas. Si bien no hay fechas ciertas para la culminación de obras, desde la Comuna estiman que en una semana el pueblo podría recobrar la transitabilidad de la mayoría de las calles afectadas. Norte