El 18 de junio de 2020, mientras la pandemia del covid 19 se desarrollaba en el planeta, un video se haría viral con inicio en la histórica ciudad de San Roque. Un camión con acoplado repleto de productos alimenticios entregaba su carga a altas horas de la noche, en el domicilio del entonces concejal de la UCR, Nicolás Otoniel Domínguez, hijo de la ex senadora Rosa Pasetto, actual síndico del Banco de Corrientes.
Aquella asistencia de carácter oficial, ante la pandemia del coronavirus, se debía hacer en alguna institución, como el municipio, Hospital, Hogar de Ancianos, entre otros organismos o asociaciones, pero esa vez, insólitamente, se bajó en la casa del edil de Encuentro por Corrientes. El tiempo pasó y su mandato culminó.
Ahora Domínguez, abogado y ya con labores en la justicia, es uno de los postulantes a ocupar el cargo de juez civil, comercial, laboral, familia y de Paz de San Roque. Sus años de experiencia en foro local no son tantos. Las dudas pasarían sobre su independencia como magistrado más allá de su ideología partidaria.
Domínguez se sumaría al lote de militantes del radicalismo que tienen el honor de convertirse en hombre de la justicia de Corrientes. Adrián Casarrubia en Mercedes, Dario Ortíz, juez en Goya, Aníbal Cazarré, Fiscal en Virasoro, o la emblemática jueza Cámara María Herminia Puig, entre otros de una larga lista, fueron reconocidos militantes de la UCR de Corrientes, antes de acceder al Poder Judicial. Hermanos, maridos, esposas, hijos, hijas de dirigentes políticos y actuales funcionarios, con un evidente tráfico de influencias, llegan a los estamentos de la justicia de Corrientes, siendo algo muy normal, cuando no debería serlo.
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