Un hombre fue sorprendido por dos ladrones armados con cuchillo, quienes entraron a su departamento. Buscaban dinero inexistente y querían vaciarle una cuenta bancaria. Al final, escaparon con una motocicleta y electrodomésticos. La Policía recuperó el vehículo.
Fueron 15 minutos de terror para un hombre que fue asaltado apenas llegaba a su vivienda ubicada a escasos metros de avenida Juan Pablo II de la capital provincial. Dos delincuentes armados con cuchillo lo mantuvieron privado de la libertad adentro de su domicilio, en el que hurgaron hasta el último rincón buscando una suma de dinero inexistente.
Al final, dejándolo maniatado con un precinto, los malvivientes decidieron escapar llevándose una motocicleta, un televisor, una consola de videojuegos e incluso el teléfono celular, con el cual trataron de saquear una billetera virtual.
La Policía realizó un amplio operativo "cerrojo" en la zona Sur de la ciudad y de esa manera recuperó el vehículo sustraído en una persecución que se extendió hasta un populoso complejo de monoblocks.
Información obtenida por época precisa que todo comenzó alrededor de las 23 del sábado en calle Necochea al 17 del barrio Arazaty, donde existe un edificio nuevo, a pasos de la siempre concurrida costanera Sur.
La víctima del atraco, de 31 años, cuya identidad mantenemos bajo reserva, llegó en su motocicleta Honda Wave. Los malhechores no le dieron tiempo siquiera a sacar las llaves del bolsillo.
Ambos asaltantes lo tomaron por la espalda, exhibieron un arma blanca y lo llevaron a empujones por las escaleras hacia su departamento. "Quedate callado, no grites", le habrían dicho.
Adentro del inmueble, el hombre privado de la libertad pasó el peor rato de su vida. Fue amenazado de muerte una y otra vez mientras le pedían que revelara dónde tenía guardado los dólares como también un monto en pesos. "La plata, ¿dónde tenés la plata?", le habrían preguntado en forma reiterada.
En respuesta el damnificado siempre sostuvo que no tenía efectivo salvo una suma menor que tenía consigo.
Mientras el dueño de casa era vigilado en una habitación por uno de los malvivientes, el otro revisó todo lo que pudo durante más de diez minutos, en procura de hallar dinero.
Convencidos de que no existía suma alguna guardada en la vivienda decidieron sustraer un televisor de 14 pulgadas, un celular Samsung A02, un reloj pulsera y una consola de Play Station 4. Los objetos fueron cargados a una mochila.
Antes de escapar uno de los delincuentes tuvo la ocurrencia de pedirle al dueño del departamento que acceda a su cuenta bancaria o billetera virtual, pero la víctima habría manifestado que no tener ahorros.
Después de un cuarto de hora eligieron fugar. Así fue que despojaron de las llaves al hombre asaltado y su motocicleta.
Al darse cuenta de que los malhechores salieron del edificio, el damnificado consiguió quitarse el precinto, salir de su departamento y pedir auxilio a vecinos.
Un minuto después la Policía recibió la llamada al sistema de emergencias 911 alertando sobre lo ocurrido. En forma inmediata desde esa dependencia irradiaron un primer pedido de localización de la motocicleta y los asaltantes.
Como saldo del procedimiento "cerrojo", una patrulla con efectivos del Destacamento San Marcos encontró al ladrón que llevaba la motocicleta en la esquina de Unquillo y avenida Paysandú del barrio General San Martín.
La persecución se produjo hasta el interior de unos monoblocks cercanos, entre medio de los cuales el delincuente abandonó la moto, arrojó la llave de ignición a un costado y logró escapar corriendo.
Según datos a los cuales accedió este medio, los malhechores cometieron el ilícito a cara semicubierta. Uno de ellos tenía una gorra.
Se presume que los autores materiales del robo contaron con la ayuda de un tercer sujeto (posiblemente oficiando de "campana") y habían llegado a la zona de costanera en otro vehículo.
Dada la gravedad del caso, tomaron cartas inmediatas en el asunto la comisaría seccional Segunda, la División de Investigaciones Metropolitana y la Dirección de Investigación Criminal.
Los detectives, entre otros trabajos, pretendían conseguir filmaciones de cámaras de seguridad.
