
El estupefaciente llegaba desde Paraguay a la ciudad correntina de Esquina y de ahí era cruzado en canoas a Santa Fe, desde donde se distribuía hacia el sur.
La Justicia Federal de Reconquista dictó el procesamiento de cuatro hombres y cuatro mujeres integrantes de un clan familiar que se dedicaba al tráfico y comercialización de estupefacientes desde la apacible pero estratégica localidad de Romang (departamento San Javier), ubicada 256 kilómetros al norte de Santa Fe por la ruta provincial Nº1 y que tendría conexiones con el sur provincial ya que las líneas de transporte llegarían incluso a Rosario. Los narcos trasladaban en lancha la mercancía desde la localidad correntina de Esquina aprovechando los escasos controles fluviales de los bañados y riachos del Paraná que conforman el paisaje de la zona. La organización era comandada por una mujer cuyo hermano, apodado "Correntino", abastecía la droga. A todos les dictaron la prisión preventiva.
El procesamiento de esta banda pone en evidencia lo permeable que resulta toda la ribera santafesina para los intereses de las empresas criminales dedicadas al tráfico de droga y marca un punto de ingreso de la droga que llega desde Paraguay.
El juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, dictó el procesamiento tras una investigación que se inició en noviembre de 2016 a instancias de la Brigada Operativa Antinarcóticos Nº XIV de la dirección de Narcocriminalidad de la Policía de Santa Fe.
A través de tareas de inteligencia y datos anónimos, la pesquisa identificó como punta del ovillo a un pescador identificado como Diego "Potano" Flores, con domicilio en Romang, donde fraccionaba y vendía marihuana y cocaína. El 18 de mayo pasado se realizaron 11 allanamientos en esa ciudad y otro en Esquina. En los operativos se secuestraron armas, droga, dinero, celulares y balanzas de precisión.
Cómo actuaban
Según la pesquisa, Flores adquiría la mercancía paraguaya en Corrientes y, valiéndose de su profesión, establecía base en un rancho de la zona de islas del delta del "Paraná grande", como se le llama al caudaloso brazo del río a través del cual se llega en 50 minutos de lancha a Esquina.
Pero además de "Potano" se identificó a otros miembros de su familia como eslabones del grupo con asignación de roles. Así se estableció que Alejandro "Facu" Rodriguez estaba subordinado a su madre, Melva "La cotón" Maldonado, que residía en el barrio costero La Boca de Romang.
Esa mujer era la que facilitaba una embarcación de su propiedad para que los dos anteriores realizaran los viajes en busca del estupefaciente. Además, una de las hijas de Flores, apodada "La ñata", también fue identificada por testigos como vendedora de drogas.
"Sí, porque una vez le habían prestado la embarcación a «Ministro», y él la trajo a «La ñata» de la isla con droga. Y «La cotón» se enojó y le quito la embarcación", decía un mensaje de texto anónimo enviado a la brigada antinarcóticos que permitió avanzar con la conexión hacia Corrientes. "Ministro" es un hombre que residía en esa provincia y mantenía fluido contacto con Flores.
El 2 de noviembre de 2017 los investigadores tenía el dato de que un correntino conocido como "Nino" Pérez había llegado a Romang. Y se constató que las hijas de Flores formarían parte de las maniobras de venta de droga.
Fotografía que forman parte de la causa dan cuenta de las viviendas donde se acopiaba y expendía la droga, además de un rancho ubicado en zona de islas desde donde Flores viajaba a Corrientes, o interceptaba canoas "con las cuáles realizaría intercambios de mercadería", según se describe en el procesamiento.
Después, mediante la observación de redes sociales y seguimientos, el 21 de noviembre de 2017 la investigación identificó a Jonatan José "Yoni" Casco, amigo de Flores y apuntado como revendedor.
"La nango"
El ensamblaje de todas las evidencias permitió a los pesquisas armar la conformación de la banda. A Elba Clementina "La nango" Pérez, ex mujer de Flores, le asignaron el rol de jefa y organizadora de toda la actividad ilegal. Además de tener a su ex pareja como aliado, es hermana de "Nino" Pérez, el proveedor de estupefacientes de la banda y con quien coordinaba los traslados que llegaban a la costa santafesina.
Con todos los elementos, Alurralde primero ordenó los allanamientos y las detenciones de Melva La cotón Maldonado; su hijo Alenadro Facu Rodríguez; Diego "Potano" Flores y sus hijas Jésica Noemí y Gisella Soledad, "La nango" Pérez; Jonatan José "Yoni" Casco y Nino Pérez, a quienes les dictó la prisión preventiva. En los procedimientos se hallaron 200 gramos de marihuana, 80 gramos de cocaína, celulares, armas de fuego sin documentación y dinero en efectivo.
La Capital