
Más de 40 mil personas pasaron por la villa turística el último fin de semana, atraídos por la nueva edición de la Fiesta Nacional de la Pesca del Dorado. Sin embargo, no todo fue positivo. En medio de la vorágine que implicó este evento pesquero, los dueños de lo ajeno hicieron lo propio. Las quejas de turistas y vecinos de Paso de la Patria se multiplicaron en la jornada de ayer, debido a los reiterados hechos de inseguridad que padecieron, en los últimos días. Se registraron desde arrebatos de carteras, celulares, billeteras, por motochorros, hasta el ingreso a las viviendas, que abundaron en la villa turística el fin de semana largo.
Aunque la fuerza policial hizo lo propio, custodiando barrios, calles y la zona donde se realizaba el torneo pesquero, fue inevitable la sumatoria de sucesos delictivos que se produjeron el fin de semana.
Debido a esta ola de inseguridad crece la preocupación de los pobladores ante el temor por la presencia de delincuentes en el pueblo. “Los turistas que se alojaron en casas, la mayoría de ellos tenía una historia en la calle con motochorros, a pie, donde le arrebataban sus pertenencias”, contó Alicia, una vecina de El Paso a este diario.
Por otra parte, Olguita remarcó: “Un desastre la inseguridad, los motochorros les interceptaban a los jóvenes y les sacaban el celular y la billetera, realmente preocupante, es una pena que esto vuelva a ocurrir en la localidad, porque es una mala imagen para El Paso. Los turistas no van a venir más así”, lamentó una de las propietarias del lugar.
CONSUMO DE ALCOHOL
En otro orden de cosas, a esta lamentable situación de la inseguridad, se le suma la gran cantidad de jóvenes alcoholizados; la mayoría de ellos menores de edad que ingresaron al hospital de la localidad. Todos con secuelas por exceso de alcohol. En este contexto, el director del nosocomio, Claudio Martínez Borda, admitió que “la situación no está cambiando, hubo muchos jóvenes ebrios y muchos son menores. Llegaron al hospital con desmayos o hipotensión. No se alimentan bien, andan todo el día, toman mucho alcohol y no resisten”, explicó Martínez Borda y señaló, además, que “la mayoría son menores, de una franja etaria de 14 a 18 años y también sus acompañantes, que los traen al hospital son menores de edad”, aseguro a Radio Dos. Además contó: “Los padres se desentienden y ellos les llevan alcohol”. Norte