Las indagatorias a los testigos que presenciaron la gresca en la que resultó herido de muerte el joven Carlos Luciano "Cotote" Ojeda, de 17 años, llevará al menos un mes, según estiman las autoridades que intervienen en la causa judicial.
Los funcionarios que intervienen en el proceso judicial advirtieron que recién después que declaren los 25 testigos –a los que se pueden sumar otros- el juez Gustavo Vallejos podría evaluar qué responsabilidades le cabría a D. Gallardo y a G. Romero, los detenidos por el hecho.
El primero está sospechado de haber sido quien apuñaló al muchacho. El otro, fue señalado como el que supuestamente le proveyó el cuchillo, y por ello es considerado como posible partícipe necesario, aunque las circunstancias en las que se produjo el hecho aún son poco claras.
Una fuente judicial informó al portal Nova que la importancia de las declaraciones de los testigos radica en que podrían aportar datos para determinar a ciencia cierta qué ocurrió esa madrugada del sábado 13 de enero en la Costanera de esa ciudad del sur provincial cuando en una gresca Ojeda fue herido con un cuchillo. “Existe una cantidad importante de personas citadas a declarar y se estima que por el tiempo que lleva desarrollar el cuestionario sólo se podría escuchar a un testigo por día. Eso dilatará un poco el proceso judicial”, consideró el informante.
Estos testigos ya declararon en sede policial y ante el fiscal de instrucción Juan Domingo Ramírez, pero deberán ratificar sus dichos ante el juez y esos detalles serían de importancia para determinar la situación procesal de los detenidos de a quienes ya se les rechazaron pedidos de liberación.
El abogado Alberto Boari, quien defiende a Gallardo, supuesto autor de las lesiones a la víctima, aclaró que “fue rechazado el pedido de excarcelación, y es probable que recién luego de que Su Señoría evalúe todos los elementos de la causa se podrá pedir nuevamente que considere liberarlo”.
El letrado considera que existen fundamentos suficientes para que su defendido deje el encierro debido a que, desde su punto de vista, “pudo haber actuado en legítima defensa”.
