
Cristian David Alfonzo murió en enero después de ser herido el año pasado. La Policía primero apresó a quien sería el autor material, un joven de 22 años. Ahora localizó al menor que lo habría ayudado a inmovilizar a la víctima antes de arrojarle un piedrazo a la cabeza.
La Policía apresó a un adolescente de 16 años sospechado de participar en el crimen de un joven a quien el año pasado agredieron de un cascotazo en la cabeza, en la capital provincial, producto del cual sufrió daños que terminaron con su vida en el mes de enero.
Por el caso ya había un detenido, un muchacho de 22 años identificado como Roberto Ariel A., sindicado como el presunto autor del golpe mortal cuando la víctima, supuestamente, era sujetada e inmovilizada por parte del menor.
Efectivos de la Dirección de Investigación Criminal (DIC) realizaron un procedimiento en el que dieron con el adolescente, de nombre Alexis, mencionado en la causa como coautor del ataque en contra de Cristian David Alfonzo, de 21 años.
El jovencito debió ser trasladado al Centro de Contención de Menores ubicado en el predio de la Unidad Penal de Procesados número 6 en la localidad de San Cayetano.
Alfonzo murió el 27 de enero luego de cerca de cinco meses de sufrimiento. El 11 de septiembre de 2019 lo golpearon salvajemente en una cortada cercana a la esquina de calles Nuestra Señora de la Asunción y Agustín Donado del barrio Primera Junta.
Aquel día se produjo un incidente en la vía pública entre Alfonzo, el menor y Roberto A. La pesquisa policial sobre este caso permitió, al poco tiempo, identificar a quienes serían responsables de la agresión fatal.
En principio, Roberto A. figura como el principal autor, porque habría sido la persona que arrojó la piedra contra la cabeza de Alfonzo, cuando éste al parecer era sujetado de los brazos y desde atrás por parte del menor de edad.
La reyerta en la vía pública fue a la vista de algunos vecinos, aunque ninguno de ellos quiso involucrarse. Pero existe una mujer que se convirtió en testigo clave. Tal persona caminaba en forma circunstancial cerca del lugar, cuando observó parte de la riña e incluso el momento que culminó con Alfonzo tendido en el piso, producto del cascotazo en el cráneo.
El muchacho herido ingresó al Hospital Escuela con un severo traumatismo con daños a nivel cerebral del que nunca pudo recuperarse, a pesar de ser dado de alta para tratamiento ambulatorio. Hasta que murió en una de las tantas recaídas a lo largo de los más de cuatro meses.
De acuerdo a información a la que accedió época, la testigo después de brindar su testimonio comenzó a sufrir amenazas.
Gente allegada a los dos sospechosos la habría amedrentado con intenciones de hacer caer su declaración.
Las presiones a las que estuvo expuesta hicieron que la mujer cayera en un pozo depresivo al punto tal de finalizar varios días internada en un centro de asistencia médica.
Hasta el momento la causa que tramita la Justicia es por “lesiones graves seguida de muerte”.