Por Daniel Caran
Una y otra vez, en estas líneas, se destacó la innegable inteligencia (o practicidad, que no es lo mismo) de Ricardo Colombi en materia política. Pocos, casi ninguno, lo iguala en eso de percibir tiempo y espacio en materia electoral. Y más allá que sus devenires implicaron más rojos en el “debe” en la imaginaria tabla de balance, su experiencia personal bien puede mostrar éxitos personales para nada desechables.
Y así como apuntamos a su peligrosa desesperación al saber que el tiempo transcurre y debe dejar el poder, también es real que ya estableció –por su cuenta e idea- el inicio de la campaña electoral para 2017.
El mercedeño observa, con seguridad, que al abrir tempranamente la jugada son muchos los que dejarán trascender debilidades y otros ‘se sacarán los ojos’ aún antes de tiempo.
Eso, estableciendo los tiempos ‘a place’, implica además debilitar estructuras ajenas solamente apurando las cosas.
Y como la obviedad indica que todos tienen las mismas respetables pretensiones, en la desesperación por ubicarse ‘en la pole position’, cometen errores infantiles que los obliga a derrapar… antes de tiempo.
En uno y en otros. Porque el tirón de orejas del pasado viernes despertó intencionalidades internas en Eco (o en el radicalismo… o en el ricardismo…) que se hicieron evidentes en el cruce de posturas entre dos ‘potenciales’ candidatos: Carlos Vignolo y Eduardo Vischi.
Pero así como el grito de Colombi impulsó a algunos ‘cercanos’ a expresar sus deseos, también la ola llegó a la otra vereda, donde cada conversación, cada acto, cada reunión tendrá la misma característica: será parte de la ‘obligada’ campaña.
A saber: Fabián Ríos fue a San Roque a un encuentro casi casual, a una reunión de referentes departamentales… y eso fue tomado como ‘el inicio de campaña’ del PJ de paladar negro, que parece obligado a dirimir la interna con los alfiles de Camau, y otros socios del FPV.
“Es muy pronto para hablar de campañas. Antes debemos ocuparnos de los sectores sociales que están siendo muy afectados por el modelo político que gobierna el país, sobre todo en lo laboral”, advirtió el Intendente capitalino, obligado mediáticamente a parar la pelota… o tirarla afuera.
Roberto Miño, Senador Provincial cercano al lord mayor de Corrientes, se animó a ir por más: “al Gobierno llegamos con Camau… y con Fabián. Sin uno de ellos, no llegamos”, advirtió, en una frase conciliadora, realista… pero de campaña.
Así las cosas, Colombi logró su objetivo: apuró los tiempos y están todos en campaña. Y ahí, vale todo.
