Por Daniel Caran
No descubrimos nada ni nos endilgamos haber dado ‘en la tecla’ con el tema, cuando días atrás –en este mismo espacio- escribíamos sobre la necesidad de ‘bajar los decibeles’ en el mapa político provincial (lea: http://www.corrienteshoy.com/noticias/view/161711).
No pasó por una intuición periodística. Solo se reflejó la realidad, que después se manifestó rápidamente en los hechos.
En varios puntos de la ciudad aparecieron carteles involucrando a Camau Espínola con el supuesto desmanejo de fondos de la intendente Angelina Lesieux. Los afiches –gráficos y elocuentes- son la marca más contundente del máximo nivel de enfrentamiento al que estamos expuestos, con un detalle no menor: falta casi un año para la contienda electoral.
¿Y entonces?... ¿Será que debemos acostumbrarnos a este nivel irresponsable de competencia política?.
Y no solo pasa por los afiches: solo basta con recorrer portales y diarios para encontrar declaraciones de todas las posturas y colores, con menciones directas relacionadas con el fracaso del otro, con la historia nefasta del rival, con la supuesta inoperancia del que está enfrente.
Algo más: si quien utiliza éstas herramientas tuviese ‘el cuero limpio’ vaya y pase…Pero resulta que los atacantes son poco menos que sobrevivientes a un sistema político nefasto que nos enfrentó –como ya dijimos- hasta límites insospechados.
Entonces, nadie puede arrojar la primera piedra. No solo eso: debería darles vergüenza levantarlas del suelo.
La política, resaltó el Papa Francisco hace un tiempo “es una de las formas más altas de la caridad”…“quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios”.
El jefe de la Iglesia Católica agregó: “cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: Diálogo, diálogo, diálogo” y enfatizó que “hoy, o se apuesta por el diálogo y por la cultura del encuentro, o todos perdemos”.
