Se ve que la información no estaba muy chequeada y lo que aseguraron Luis Majul y Luis Gasulla sobre una supuesta denuncia del diputado Gerardo Milman sugiriendo que el intento de magnicidio se habría tratado de un autoatentado era una mentira.
Tal vez los periodistas debieron haberlo entendido cuando la misma fiscal de la causa les dijo al aire que esa calificación o supuesta denuncia era un disparate, pero Trebucq prefirió atacar a la fiscal.
Ahora Ari Lijalad hizo lo que los “periodistas” de La Nación + no hicieron: consultar con la fuente. Y qué mejor fuente que el mismísimo supuesto denunciante, quien aseguró que nunca dijo la palabra “autoatentado” y que en todo caso debería preguntárselo a sus colegas.
Lijalad estuvo muy educado al no responderle que Majul, Trebucq y Gasulla difícilmente pueden ser considerados periodistas por lo que está mal calificarlos como colegas.