Claramente no fue un error de protocolo sino algo pensado para molestar. El Presidente no se puso una escarapela para participar de los actos por el Día de la Patria. Además fue a la ceremonia en zapatillas y también se negó a saludar a Jorge Macri y Victoria Villarruel.
Si Javier Milei fuera un adolescente algunas de estas actitudes podrían comprenderse. Pero se supone que es un adulto responsable y debe hacerse cargo de sus actos.
Lo de este 25 de mayo fue un papelón por donde se lo mire y ni los libertarios se atreven a justificarlo.