En su quinto mes de embarazo, Marcela Rossi esperaba feliz a sus mellizos cuando comenzó a sentir síntomas similares a un resfrío leve.
Marcela Rossi tenía 35 años y junto a Pablo Acevedo eran padres de Ignacio. La pareja de Rafael Calzada que estaba hace ya 19 años estaba esperando mellizos. Sin embargo, en su quinto mes de embarazo se contagió de coronavirus y tuvo que dar a luz de manera prematura. Los bebés sobrevivieron pero la madre no.
Marcela y Pablo estaban felices por la llegada de los mellizos: Ana y Francisco. El embarazo iba bien hasta que el pasado 12 de abril, ella comenzó a presentar síntomas de resfrío y un dolor fuerte en la cintura. Cuando fue a la guardia le diagnosticaron una infección urinaria pero los días pasaban y ella estaba cada vez más dolorida.
“Se seguía quejando del dolor. Por eso, volvimos a consultar pero esta vez con su médico de cabecera, que la mandó a hacer una placa”, relató Pablo, quien aseguró que su esposa tenía una neumopatía en el pulmón derecho. Días después fue derivada al Sanatorio Modelo de Quilmes.
Pablo contó que, con el correr de los días, Marcela comenzó con problemas en la saturación del oxígeno. Aunque le hicieron dos hisopados, ambos fueron negativos. Finalmente, el 21 de abril ingresó a Terapia Intensiva y fue intubada. “Estaba muy mal. Me dijo que estaba muy preocupada por los bebés. Tenía mucho miedo por ellos”, reveló.
Dos días más tarde, ante un estado de salud cada vez más grave, decidieron practicarle una cesárea y nacieron los mellizos con apenas 5 meses y 3 semanas. Ana pesó 1.5 kilos y Francisco, 950 gramos. “Después de la cesárea, Marcela volvió a Terapia Intensiva, donde le hicieron una punción de pulmón. Recién ahí, el tercer hisopado le dio positivo de COVID y la dejaron aislada”, explicó Pablo.
Mientras los mellizos permanecían en Neonatología, Marcela se recuperaba, incluso comenzó a oxigenar mejor. Los médicos decidieron practicarle una traqueotomía pero cuando intentaron sacarla del coma, la mujer no despertó. “Le hicieron estudios en los pulmones y su cuadro de neumonía bilateral había mejorado, pero el COVID le dejó secuelas neurológicas y le provocó isquemias múltiples en el cerebro”, contó Pablo.
Los días pasaron y su estado de salud no mejoraba. El 21 de mayo Marcela tuvo un primer paro cardíaco y esa misma noche falleció. “Los dos estábamos seguros de que iba a ponerse bien. Ella estaba confiada y yo también”, se lamentó el padre de los mellizos quien decidió no contarle a Ignacio en un primer momento la noticia del nacimiento de sus hermanos por miedo a que ellos no sobrevivan.
