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Alimentación saludable: tips de una especialista para comer mejor y más barato

Una especialista en hábitos saludables propone ideas y recetas para comer mejor, sin fundamentalismos. La importancia de sumar alimentos naturales a la comida diaria.

Una alimentación variada permite tener diversidad de nutrientes que le sirven a las distintas partes del cuerpo. Si siempre se come lo mismo, el organismo se acostumbra a metabolizar de la misma manera.

Además, una alimentación saludable es la que aporta los nutrientes y la energía que una persona necesita para mantenerse sana. Por eso es importante elegir alimentos variados, frescos y naturales.

Lucía Colagero es una emprendedora agroecológica y health coach. También es la autora de Me importa un rábano, un libro recientemente publicado que tiene el objetivo de promover, a través de distintas recetas, el regreso a una cocina casera más consciente. Pero, sobre todo, es una reflexión sobre la importancia de la inclusión de productos frescos en la dieta y el conocer su origen.

En diálogo con La Voz, la experta explica por qué es importante sumar alimentos naturales a la comida diaria y cómo se hace y derriba una de los mitos más popularizados: si comer sano es más caro.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE: LA EXPERTA QUE SABE LO QUE TENÉS QUE COMER

En los últimos años hubo un incremento en el número de personas que buscan mejorar sus hábitos alimentarios. Incluso, la sociedad está cada vez más concienciada de que la salud está directamente ligada a la alimentación. Pero, ¿realmente es barato comer sano?

“Existe una conversación alrededor de esto. Y la realidad es que comer sano no es más caro”, subraya Lucía. “Pero sí creo que comer sano implica un mayor esfuerzo, ponerle más valor a la comida casera, destinar más tiempo. Comprar un paquete de galletas con un soporte nutricional mínimo o nulo es igual o más caro que hacer una tarta de manzanas o un budín de naranjas”, ejemplifica.

De todos modos, la experta admite que ese cambio de paradigma es una gran apuesta a la comida casera que implica una búsqueda y un valor. Aunque sostiene que sí se puede lograr.

Sobre si su libro es un compendio de recetas o una guía de alimentación saludable, la health coach cree que es un poco de las dos cosas. El texto busca darle ideas creativas a las personas para sumar frutas y verduras a las recetas cotidianas y, al mismo tiempo, brinda información sobre lo que aporta cada uno de los alimentos.

La propuesta de Colagero es simple: incluir en los platos cotidianos alimentos que nos ayuden a enriquecernos. Y se hace promoviendo tres cosas:

Incluir al menos dos verduras o una fruta en cada una de las preparaciones.Que las comidas sean caseras, porque así sabés qué tiene cada receta y por qué te importa.Utilizar, en la medida de las posibilidades, ingredientes nobles, que sepas su origen o lo menos procesados posible.

“Una alimentación saludable es principalmente una alimentación variada. En la variedad encontramos mayor cantidad de nutrientes. El organismo se acostumbra cuando comemos lo mismo. Pero si le damos estímulo, el cuerpo adquiere otros nutrientes. Es una alimentación posible de sostener. no importa lo que hacemos de vez e cuando sino lo que hacemos todos los días”, señala Lucía.

En ese sentido, la experta advierte que si nos volvemos obsesivos con la comida perdemos la sociabilización, el compartir, y la comida pasa de algo placentero que nos une a hacer algo que perturba y que no nos deja disfrutar.

La clave, insiste la emprendedora, es incorporar frutas y verduras de una manera sencilla, con recetas cotidianas. Y sobre eso asegura que la cocina es algo que todos pueden hacer.

“No hace falta cocinar todos los días, cuatro veces. Una vez que tenés ganas de cocinar, preparás bastante o más de lo pensando. Si vas a hacer fideos con tuco, cuando cocines la salsa agregále todas las verduras que quieras y lo dejás para hacer otro día una pizza con esa salsa, una tarta de pescado con esa salsa, arroz con pollo, una polenta verde con esa salsa arriba. Son los llamados genéricos que nos salvan para enriquecer un plato cotidiano con algo más nutritivo”, ejemplifica.

Otra cosa que aclara la especialista es la importancia de no demonizar ningún alimento. “Si pongo el foco en el origen, si usar azúcar es para hacer una tarta o un budín o alguna preparación para reemplazar un paquete de galletas, definitivamente si. hay que preferirla”, subraya.

“El verdurómetro con la información de los aportes nutricionales según el color cuenta cuáles son las frutas de cada estación. La naturaleza, con sus tiempos, nos da todo lo que necesitamos. Hay información sobre el valor de las proteínas, el valor nutricional de las harinas poco comunes. Brinda herramientas para que los cambios no sean abruptos, para que la conducta se sostenga en el tiempo”, explica.

Sobre el título de su libro, Lucía aclara que es una afirmación de doble sentido, provocadora. La eligió porque a ella le importa el rábano, la lechuga, el tomate y cualquier fruta o verdura que se pueda mencionar.

Ese nombre hace alusión también a la importancia de los alimentos naturales en los platos de todos los días. “El sentido más provocador es que no se adhiere a ninguna corriente ni regla genérica. Honestamente soy de las personas que no creen en las reglas para todos, eliminar la harina, la carne, los lácteos. Me parece que somos seres individuales donde un alimento que puede ser muy bueno para una persona puede ser malo para otra, o viceversa”, detalla.

Eso, para ella, es discutible. Pero lo que no se puede negociar, sostiene, es que una alimentación con más frutas y verduras, con los nutrientes que tienen, es indiscutible.

PAN INTEGRAL BUENO, RICO, FÁCIL Y BARATO

Muchos quizá se pregunten para qué hacer el pan si se puede comprar. Otros a lo mejor aseguran que las recetas caseras implican demasiado tiempo.

Lucía propone una receta fácil de hacer, que no requiere tiempo. Además es fácil y riquísimo. Y lo más importante: sabés de qué está hecho y no ingerís un ultraprocesado.

Ingredientes

500 g de harina integral100 g de avena1 cucharadita de sal10 g de levadura seca300 ml de agua2 cucharadas de aceite de oliva2 cucharadas de semillas1 puñado de almendras molidas

Preparación

Mezclar todos los ingredientes en un bol, comenzando con los secos. Incorporar el aceite y finalmente el agua.Amasar con ganas, hasta lograr una masa homogénea.Dejar reposar 15 minutos. Mientras tanto aceitar y enharinar una budinera y precalentar el horno a temperatura media.Llevar al horno por 35 minutos.

Tip

Se puede hacer con harina de almendras. La preparación leva un poco menos, pero se gana en un ingrediente de excelente calidad nutricional.

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NUTRICION ALIMENTOS LUCIA COLAGERO

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