Desde que comenzó la invasión rusa en 2022 , la ayuda internacional no ha sido un complemento para Ucrania: ha sido su columna vertebral. En medio de la destrucción masiva, la caída de ingresos fiscales, el colapso del comercio y la devastación de infraestructuras clave, el apoyo externo — y en particular el de Usaid — ha permitido al Estado seguir funcionando. No solo ha financiado programas sociales: ha pagado salarios de funcionarios, mantenido escuelas y hospitales, sostenido redes eléctricas, reconstruido puentes y carreteras destruidas por los bombardeos. Con la retirada de Usaid, esa estructura comienza a resquebrajarse.El corte ha sido abrupto. Miles de contratos fueron congelados, cientos de proyectos detenidos. En cuestión de semanas, los efectos comenzaron a notarse en todo el país: retrasos en el pago de maestros , interrupciones en la asistencia humanitaria, paralización de obras de reconstrucción temprana en zonas liberadas. En ciudades como Chernígov o Jersón , planes para reactivar servicios básicos quedaron en suspenso. La expectativa de una recuperación progresiva se ha transformado en incertidumbre.Járkiv, Ucrania. Una mujer permanece en el interior de su vivienda parcialmente destruida por un ataque ruso. La supervivencia en la zona dependía en gran medida del apoyo de organizaciones locales e internacionales financiadas por Usaid, cuyo cese ha dejado a miles de personas sin asistencia básica Álvaro YbarraUsaid canalizaba recursos cruciales no solo a través del Estado, sino mediante una red de organizaciones locales que articulaban el esfuerzo de resiliencia civil: albergues para desplazados, cocinas comunitarias , apoyo legal para familias separadas por la guerra, protección de niños no acompañados, rehabilitación de viviendas afectadas por ataques. Muchos de estos programas, ya debilitados por la fatiga del conflicto, han quedado completamente desfinanciados.El golpe más profundo lo sienten quienes han cargado con el peso directo de la guerra: veteranos heridos, viudas, huérfanos, desplazados internos. Usaid sostenía programas clave de rehabilitación física y psicológica para soldados con amputaciones o traumas severos, así como iniciativas para facilitar su reintegración laboral. Las ayudas directas a familias que perdieron a sus sostenes económicos, los centros de atención psicosocial para mujeres que escaparon de zonas ocupadas, los espacios seguros para menores sin referentes familiares: todo eso ha empezado a desaparecer. Las redes de protección que intentaban amortiguar el impacto humano de la guerra están en retirada, justo cuando más se necesitan.Lviv, Ucrania. Niños desplazados por la guerra asisten a un centro de atención temporal apoyado por Usaid. El cierre de programas financiados por la agencia estadounidense pone en riesgo la continuidad de este tipo de espacios educativos y de protección para menores Álvaro YbarraA diferencia de otros contextos, aquí el corte no se produce tras una transición o una victoria. Ucrania sigue en guerra . Cada interrupción, cada proyecto paralizado, cada servicio suspendido debilita la capacidad del país para resistir y sostener a su población. La retirada de Usaid no afecta al futuro: afecta al presente más inmediato. Es un freno en seco en mitad de una carrera por la supervivencia.Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional Qué es Usaid Usaid (United States Agency for International Developement) fue el programa de ayuda humanitaria más grande del mundo. Esta red estadounidense, financiada con 40.000 millones de dólares anuales provenientes de fondos públicos, se ha encargado de colaborar en cientos de países a lo largo de 64 años, hasta su desmantelamiento prácticamente total en febrero de 2025. Su misión se puede resumir en la promoción del desarrollo económico y social, el impulso a los valores democráticos y la respuesta a crisis humantiaras. Entre sus labores más reconocidas, la lucha contra epidemias de sida y ébola en África, la reconstrucción de Afganistán o su iniciativa 'Feed the future' contra el hambre y la pobreza en los cinco continentes.Ucrania depende hoy de la ayuda exterior no como un país en desarrollo, sino como un Estado en guerra que intenta seguir en pie. En ese marco, Usaid no era solo cooperación: era soporte estructural. Sin esa red, lo que queda es un país que aún resiste, pero con menos herramientas para hacerlo.
Fuente: https://www.abc.es/internacional/ucrania-ayuda-20250529121713-nt.html