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Episcopado brasileño considera un crimen aborrecible, el aborto inducido a una niña de 10 años

El presidente del episcopado brasileño afirmó que "la violencia sexual es terrible, pero la violencia del aborto no se explica".

Sobre el aborto inducido a una niña de 10 años que tuvo lugar en el Centro Integrado de Salud Amaury de Medeiros, vinculado a la Universidad de Pernambuco, en Recife, el arzobispo de Belo Horizonte y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), monseñor Walmor Oliveira de Azevedo, dijo que fue lamentable presenciar a quienes representan a la Ley y al Estado, con la misión de defender la vida, decidir sobre la muerte de una niño de apenas cinco meses, cuya madre es una niña de diez años.

Según él, el caso involucra dos crímenes atroces. “La violencia sexual es terrible, pero la violencia del aborto no se explica, dados todos los recursos existentes y puestos a disposición para garantizar la vida de los dos niños”.

“Las omisiones, el silencio y las voces que se alzan a favor de tal violencia exigen una profunda reflexión sobre el concepto de ser humano”, dijo.

En oración, monseñor Walmor pidió a Dios consuelo para todos los involucrados en esta desafiante y compleja situación existencial, que hirió y consternó a todo el país.

Para el presidente de CNBB, el precioso regalo de la vida debe ser respetado y defendido incondicionalmente. “Dada la complejidad de lo sucedido, debemos ser humildes, reconocer las limitaciones humanas y siempre ser compasivos, seamos signos del amor de Dios”, dijo.

Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal por la Vida y la Familia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), monseñor Ricardo Hoepers, cuestionó la decisión de practicar el aborto en la niña y dijo que “es una historia que necesita ser aclarada”.

El prelado cuestionó la decisión de realizar el aborto, cuando “tenían apoyo profesional a favor de las dos vidas, tenían un hospital dispuesto a cuidarla hasta el final del embarazo, tenían todas las condiciones para salvar ambas vidas”.

“De repente, un traslado, de un estado a otro, y toda una movilización para que se realice el aborto. En manos de quién cayó la tutela de esta chica, ¿quién decidió todo por ella?”, preguntó.

Monseñor Hoepers señaló que “fueron muchos los involucrados, pero el silencio y la omisión de los órganos institucionales que tienen la prerrogativa de defender la vida, se entregaron a las maniobras de quienes defienden la muerte de inocentes”.

El embarazo de la pequeña fue descubierto en el municipio de São Mateus a comienzos de este mes, luego de haber sido llevada al hospital por dolores abdominales. El examen constató el embarazo de la niña que sufría el abuso de su tío desde los 6 años.

El 14 de agosto, un juzgado del estado de Espíritu Santo, por medio de la rama de Infancia y Juventud de São Mateus, autorizó el aborto. La decisión fue del juez Antônio Moreira Fernandes, atendiendo un pedido del Ministerio Público de Espírito Santo.

En un primer centro de salud, el Hospital das Clínicas, en Vitória (Espíritu Santo), los médicos rechazaron hacer el aborto porque “la edad gestacional no estaba amparada en la legislación”.

La niña fue llevada entonces al Centro Integrado de Saúde Amaury de Medeiro (CISAM-UPE), en Recife, estado de Pernambuco, donde finalmente se realizó el aborto. +

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