
Unas 26 personas murieron y otras 90 quedaron heridas este viernes tras un ataque suicida perpetrado por un yihadista en la localidad de Al-Asriya, al sur de Bagdad, Irak. Fuentes locales confirmaron que una persona se detonó justo después de un partido de fútbol.
Testigos de la escena afirmaron que una persona que estaba en el público estaba armada con un cinturón de explosivos que detonó justo después de que terminara el juego, cuando se estaban entregando los premios.
Una fuente médica de Alexandría, a 50 kilómetros de Bagdad, confirmó la cantidad de víctimas fatales, entre las que se encuentra el alcalde de la localidad, Ahmed al Jafayi.
La agencia de noticias Amaq, que es afín al Estado Islámico, informó sobre "una operación de martirio con un cinturón de explosivos contra una concentración de milicianos en Alejandría" en la que habrían muerto 65 personas.
La organización se refiere como "milicianos" a los combatientes de la secta chiíta que luchan contra el EI.
Mientras tanto, en Bagdad, una multitud de manifestantes se congregó en la Zona Verde (que es considerada la más segura de la capital iraquí) para apoyar al clérigo chií iraquí Muqtada al Sadr, quien le dio un plazo de 24 horas al primer ministro Haidar al Abadi para aplicar reformas políticas.