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Interior Obispo de Goya

#ValeTodaVida: Solo la vida se celebra, la muerte no

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Crédito: 99707

El Obispo Adolfo Canecin, compartió con la feligresía diocesana una carta escrita por monseñor Hugo Santiago, antiguo Obispo de Santo Tomé y actual de San Nicolás, donde se hace eco del desconcierto, la desilusión y la tristeza de muchos argentinos por la ley que se votó en la cámara de diputados de la nación que legaliza el horrible y despreciable crimen del aborto. El obispo escribió a su comunidad diocesana y, por extensión a todos los argentinos, una carta en la que expresa que sólo la vida se celebra, la muerte no.

 

Seguidamente celebra que la mayoría de los argentinos defienden la vida desde su concepción. "En la votación del congreso de la nación quedó claro que sólo los diputados de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, votaron mayoritariamente a favor de la ley del aborto, los diputados del interior del país, en cambio, votaron mayoritariamente en contra de esa ley".

 

Luego monseñor Santiago afirma que una de las razones por la que se votó esta ley se debe a "la pérdida del sentido de Dios y del sentido ético", y enseguida aclara que "la religión no es una cuestión de la conciencia de cada uno, como se ha oído decir, porque tiene una profunda incidencia en el estilo de vida de la persona, en las actitudes, en las instituciones y en la organización social" y muchos valores sociales que proclamamos, incluso políticamente, tienen su fuente en el cristianismo: la existencia de Dios “fuente de toda razón y justicia” que está en nuestra Constitución Nacional, es una expresión sintética que indica que la religión tiene que ver con el hecho de que en la Patria haya justicia, solidaridad, paz, fidelidad, verdad; que no se robe o no se mate. Éstos son valores que provienen de los mandamientos de Dios. Es más, en la justicia civil, una persona es declarada culpable o inocente, por la presencia o ausencia de valores como éstos, y en base a los cuales se construye una sociedad más humana, menos selvática".

 

Otra de las razones por la que se votó esta ley es porque se ha "desoído a la ciencia", y expone en un extenso párrafo las tan conocidas afirmaciones de la ciencia mundial sobre el ADN, el genoma y la carga genética, cuestiones todas que se desecharon al momento del voto.

 

Tras referirse a las consecuencias que deja el aborto en la madre que dejó matar a su hijo, el obispo de San Nicolás tiene palabras de esperanza porque "los pobres mayoritariamente aman la vida del niño por nacer y porque el aborto no es un problema de ellos, porque la vida es un milagro que da alegría".

 

"Cuando alguien muere -señala-, ni nos alegramos ni celebramos sino que 'hacemos un velorio', por eso, legalizar la muerte de personas inocentes nos desconcierta y nos da tristeza, nos da la sensación de extravío, de desorientación social".

 

"Por otra parte, el hecho de que la mayor parte del territorio de nuestra nación se haya expresado mayoritariamente por la convicción de que vale toda vida, nos da la certeza de que este valor natural es muy sentido en el corazón de los argentinos. Diría más, no hay que razonar tanto para darnos cuenta de que la vida da una alegría desbordante, basta mirar el rostro de un padre o una madre cuando les nace un niño. ¡Por eso se celebra el cumpleaños cada año! ¡Por eso nos reunimos en familia o con los amigos y celebramos un nuevo nacimiento!

 

"Esto nos da esperanza, mientras que la muerte entristece, la vida da alegría y por eso atrae más ayudar a nacer que matar. Por eso, a partir de ahora, nos comprometemos más a salvaguardar y acompañar la vida naciente, sobre todo en nuestros hermanos más vulnerables", concluyó.

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