
El intendente Bianchi estimó que, sólo si no llueve más, las estructuras estarán listas para fin de mes. La lluvia también complicó el desvío por la Ruta Provincial 30, aún transitable y el cruce por el curso de agua.
Por el clima, preocupa la falta de celeridad del emplazamiento de los puentes Bailey en el arroyo Guazú, así como las condiciones de traslado de una orilla a otra.
"Si deja de llover, la conexión puede estar habilitada a fin de mes", aseguró el intendente de Esquina, Humberto Bianchi a EL LIBERTADOR.
Añadió que ya comenzó la esperada construcción de los pilotes en la margen Sur del Paso Santa Rosa, donde luego se instalarán los dos Bailey y el pedraplén.
No obstante, las precipitaciones de la semana pasada, que en muchas zonas de la región alcanzaron los cien milímetros, inmovilizaron las máquinas.
"Así no pueden trabajar", lamentó, y agregó que la Ruta Provincial Nº 30, el único desvío desde la caída del puente, "estuvo un desastre toda la semana por el agua, recién ayer (por anteayer) se pudo volver a transitar".
Otro problema, como consecuencia de las inclemencias climáticas, se origina cada vez que los pasajeros diarios necesitan cruzar de Goya a Esquina.
"El terraplén del lado goyano está con demasiado barro", ilustró Bianchi.
Añadió que anteayer pasaron 760 personas, superando el promedio habitual de 600. Ayer a media mañana ya habían cruzado 300 más.
El Municipio sigue utilizando dos lanchas para los viajes, además de disponer de una tercera adaptada para pacientes críticos.
Sin embargo, a muchos pobladores de la zona les preocupa que se demore más semanas la instalación de los Bailey, que primero iban a estar funcionando en octubre, después a fines de mes y, ahora, están sujetos a los avatares del tiempo.