
El Obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramon Canecin, a su regreso de Roma luego de haber participado de la visita “ad limina apostolorum” y, donde tuvo un encuentro con el Santo Padre Francisco, destaco que el pontífice inicio su 29º viaje apostólico internacional en Bulgaria y Macedonia del Norte. Remarco que el Papa "Francisco es un incansable misionero del Señor".
Monseñor Canecin, relato que “el domingo 5 de mayo, el papa Francisco llegó a Sofía, capital de Bulgaria, para comenzar su 29º viaje apostólico internacional en Bulgaria y Macedonia del Norte que realizará hasta hoy 7 de mayo”.
A su llegada a Sofía, Francisco destacó la tradición de hospitalidad que caracteriza al país de las rosas, ligado al recuerdo de Juan XXIII y Juan Pablo II.
Bulgaria es una tierra de encuentro y de convivencia entre y tradiciones y credos, un puente entre el Sur y el Este de Europa. Es la patria de los hermanos Cirilo y Metodio, venerados como santos, tanto por los católicos como por los ortodoxos.
Recordó que este país está atado al recuerdo de san Juan XXIII: en efecto, en aquel entonces monseñor Roncalli, se desempeñó en el país de las rosas primero como visitador apostólico y luego como delegado, entre 1925 y 1934.
Al mismo tiempo, Bulgaria -como tantos otros países del viejo continente- tiene que lidiar con lo que puede ser considerado un nuevo invierno: el invierno demográfico, que ha caído como una cortina de hielo sobre una parte considerable de Europa, como consecuencia de una merma de confianza en relación al futuro. La caída de los nacimientos, por tanto, que se suma a un intenso flujo migratorio, ha conducido al despoblamiento y al abandono de muchos pueblos y ciudades.
Bulgaria se encuentra enfrentado el fenómeno de aquellos que tratan de ingresar por sus fronteras, para huir de guerras y conflictos o de la miseria, y tienen la intención de alcanzar de cualquier manera las áreas más prósperas del continente europeo, para hallar nuevas oportunidades de vida o, simplemente, un refugio seguro”.