
Es un efecto de la crecida constante del río Paraná. Era una especie de contrapiso hecho sobre la tierra, sin malla metálica para sostén.
Durante la jornada de ayer fueron intervenidos quirúrgicamente algunos de los heridos de gravedad producto del hundimiento de un sector del pavimento en la costanera itateña del IV Centenario. El hecho ocurrió el domingo a las 12, mientras se desarrollaba la procesión náutica con las imágenes de la Virgen de Caacupé y la de Itatí, cuando once personas cayeron repentinamente al hueco que se produjo en el paseo costero, que cedió ante el peso. A la par, el intendente interino, Salvador Lugo, determinó inhabilitar el uso del paseo costero ante la posibilidad de nuevos derrumbes.
Por ello se colocaron vallas en el perímetro y prometieron la realización de patrullajes y vigilancia las 24 horas, a fin de prevenir accidentes. La ex concejal Teia González confirmó a este diario que también en la esquina de la calle Desiderio Sosa y Coronel Manuel Vallejos sucedió algo parecido durante el domingo, cuando el peso de un colectivo hizo ceder al pavimento, quedando el vehículo atascado a escasas cuadras de las Basílica de Itatí (ver foto).
El sitio queda a cuatro cuadras de la costanera y es la calle vieja, que está al lado del nuevo bulevar (avenida ancha y arbolada) recientemente construido. Al respecto, una comitiva municipal verificaba la costa ayer en horas de la mañana, cuando tomaron contacto con NORTE de Corrientes. Así, el secretario de Turismo, Lautaro Roch, explicó a este medio: Se cerró el paso en todo el paseo costero. Se colocaron vallas altas para que no se pueda pasar. Se está haciendo una evaluación de la obra, para que nos den la seguridad de que este lugar es apto para los peatones, o si fuera necesario dejarlo en condiciones. Este sector es una obra que data de 8 o 9 años atrás, de la gestión del intendente César Torres y no es una obra tan vieja como para que se rompa. Se convocó a ingenieros privados y también peritos de la Jefatura de Policía de Corrientes para que puedan inspeccionar la obra ayer. Estuvimos observando que el pavimento tenía una capa muy fina de siete centímetros y no había mallas metálicas que sostengan el piso: la costanera está debajo del nivel que debía tener, y el propio muelle es más alto que ésta, entonces cualquier crecida normal ya deja bajo agua al paseo costero. Parece ser que el agua se llevó la tierra debajo de la capa. Fue una sorpresa el hundimiento, dado que era invisible a nuestros ojos que se estaba desmoronando por debajo. Evidentemente al acumularse la gente, fue un peso muy superior para una estructura pobre. Además, hasta hace una semana la costanera estaba bajo agua, así que no podía observarse el proceso ni siquiera desde una lancha sobre el río. Por ello, la costanera va a quedar cerrada por tiempo indeterminado. Los funcionarios municipales también apuntaron a investigar quiénes son los responsables de la obra, ya que ambos trabajos viales en los sectores hundidos habrían sido llevados adelante por la misma empresa, casi una década atrás.