Los animales fueron encontrados en malas condiciones durante un allanamiento en noviembre del 2021 y puestos a cuidado del Movimiento Argentino de Protección Animal de Corrientes (Mapac).
En noviembre del 2021, 42 gallos de riña en pésimas condiciones de hábitat fueron rescatados de una vivienda de la capital correntina, tras un procedimiento policial relacionado a venta de drogas. Los animales fueron puestos a cuidado del Movimiento Argentino de Protección Animal de Corrientes (Mapac) y, tras tres meses de trabajo, los proteccionistas dieron en adopción al primero de ellos.
Se trata de un gallo ciego a causa de las peleas, que ya encontró hogar y será trasladado en los próximos días.
Isabel Cocomarola, la presidenta de Mapac, detalló el proceso de recuperación de los animales en diálogo con El Litoral.
“A riesgo de que se lastimen, los liberamos de las jaulas horribles y los soltamos para que puedan convivir en comunidad”, explicó la mujer y agregó que “ciertamente han habido peleas entre ellos y, hasta hoy, hay algunas”.
Las jaulas individuales fueron quemadas y los gallos, en su mayoría, conviven.
“Intentamos que sean domésticos”, expresó Cocomarola. Si bien las aves son agresivas entre ellas y lo serán con otros machos de su misma especie debido a las riñas y al entrenamiento, “tienen mucha cercanía con los seres humanos y jamás intentaron agredir a quien los agarra cuando hay que separar una pelea”. Incluso, no hay que correr para agarrarlos.
“Tienen una mansedumbre que no se puede creer”, manifestó la presidente del Mapac y señaló que la agresividad hacia otros gallos se debe a que “les enseñan a pelear con sus pares”.
El primer adoptado
A tres meses y una semana del rescate, el primer gallo rescatado fue puesto en adopción y encontró un hogar rápidamente.
“Comenzamos con el ciego porque lo necesita más que nadie: aunque sabe defenderse, lo atacan mucho”, detalló Cocomarola. Indicó que una proteccionista lo adoptó y será trasladado en los próximos días.
La presidente del Mapac adelantó que esperan hacer lo mismo con el resto de los animales rescatados.
Al respecto, explicó que solo se entregará un gallo por domicilio, porque “si mandan dos corren el mismo riesgo de peleas”. Además, no puede haber otro ejemplar en la casa, aunque sí gallinas.
“La idea es que lo tengan como una mascota, como un perro”, consideró la mujer.
El rescate
Los gallos fueron rescatados de una casa ubicada el barrio La Olla. Un hombre de 45 años de edad quedó implicado en la causa.
En el lugar había jeringas con agujas, espolones de goma para peleas y un reñidero improvisado.
