Tal como estaba previsto, hoy desde las 15 horas, voluntarios de la Organización Correntinos Contra el Cambio Climático, junto al programa Salvemos el Planeta y Luis Martínez, realizaron una acción de limpieza de basura que queda tras la bajante histórica del Paraná. Culminaron con una charla/debate.
Nicolás Duarte referente de la Ong Correntinos contra el Cambio Climático, explicó, “superamos los 40 voluntarios. Respetamos todo el protocolo, barbijo, distanciamiento y desinfección e manos constantemente. Juntamos un montón de basura. Arrancamos del Puerto y la idea era seguir hasta debajo del puente, pero fue tanta la cantidad de basura que recolectamos y tanto el tiempo que nos demandó hacer esto que solamente pudimos llegar hasta el Club de la pesca (casi frente al Casino)”.
Por estos días, la bajante del Río Paraná vuelve nuevamente a mostrar su escaso nivel, repitiendo prácticamente lo que fue su bajante como la del año pasado, lo que preocupa no solo por el nivel sino también porque en el lapso de lo que fue el año 2020 y lo que va del 2021. El río Paraná prácticamente no recuperó su caudal normal, sino que al contrario volvió a bajar. Esto provoca que al ser tan pronunciada la bajante deje la evidencia de la cantidad de residuos que pueden apreciarse en las costas. Desde bolsas plásticas, botellas, sorbetes, colillas, etc.
“Tras esto hicimos una mini charla debate donde hablamos sobre la bajante del río, qué podemos hacer nosotros como organización y cómo impacta en la Ciudad, y también ver cómo contactarnos con otras organizaciones de demás provincias que también están preocupados por la bajante. Esto es una acción simbólica, sabemos que no vamos a cambiar el mundo juntando la basura de la playa pero es un puntapié para generar conciencia y también para remarcar sobre lo que es la bajante del río”, puntualizó.
Correntinos contra el Cambio Climático atribuye al cambio climático la responsabilidad de la bajante. “Desde el año pasado en el sur de Brasil no llueve la suficiente, esto provoca a su vez que el Paraná no pueda nutrirse de esas aguas y baja el río. Esto refleja un cambio en las precipitaciones que también algunos la atribuyen a los grandes incendios en el Amazonas”, sostienen.
También remarcan que la situación es preocupante a nivel social y de la salud, “el año pasado ciudades como Puerto Iguazú se quedaron sin agua potable, y aquellos vecinos que tienen recursos pueden comprar agua mineral, pero los sectores más vulnerables no. Lamentablemente los parámetros no son para nada alentadores, esto no quiere decir que ocurra lo mismo en Corrientes pero la situación es preocupante”, afirman.
