El miércoles 21 vencerán mandatos de las actuales autoridades, y por la conflictividad de este año no se eligieron sucesores en internas partidarias.
Dirigentes locales consideran la posibilidad de una definición del Consejo Nacional del PJ para el caso correntino.n el Partido Justicialista (PJ) correntino no son pocos quienes por estas horas entienden que la intervención partidaria por parte del Consejo Nacional de la misma fuerza, es número puesto para los próximos días a contar desde el miércoles 21, ocasión en la que vencerán los mandatos no solamente del Presidente y Vice del Consejo provincial, sino de todas las autoridades partidarias. El devenir, explicado por sus protagonistas.
En medio de los festejos por el 53% de los votos obtenidos en las PASO del pasado domingo 11 por el Frente de Todos en Corrientes, asomó en el justicialismo el fantasma de la intervención partidaria, como no lo hacía desde el año 2001, cuando ocurrió lo propio pero por cuestiones distintas a la realidad que actualmente determinó tamaño remedio institucional.
“Por acefalía, nunca recayó una intervención en Corrientes”, aseguraron a época algunos dirigentes consultados vía telefónica, quienes colaboraron con la reconstrucción histórica reciente de los episodios más desafortunados sufridos por un gran partido, sino el más grande de la provincia en cantidad de afiliados y caudal de votos.
Eso es lo que ocurrirá a partir del miércoles venidero. Ese día expirarán todos los mandatos vigentes desde la última interna que tuvo lugar en marzo de 2015, cuando Gerardo “el Profe” Bassi se consagró automáticamente como nuevo conductor de los destinos partidarios, al no tener competidor en las urnas.
Una coyuntura que, al parecer, no sorprende a nadie puertas adentro, pero que tiene a su vez una multiplicidad importante de componentes que determinaron al justicialismo al fango institucional y político.
“Soy Vicepresidente del PJ hasta el miércoles”, reveló a época Jorge Antonio Romero, segundo en la línea de mando del Consejo Provincial, después de Bassi. Luego, “vendrá una intervención partidaria seguramente”, adelantó Romero, quien además definió que “el PJ Nacional intervendrá el partido hasta que se normalice” y que ese mismo órgano presidido por José Luis Gioja, “pondrá el futuro interventor”.
Esas fueron las textuales palabras de Romero, quien además señaló que “en la dirigencia nacional están notificados de esta situación de vencimiento de mandatos y como no era conveniente hacer internas en este tramo electoral entre las PASO y las Presidenciales de octubre, se pasará para el año que viene”. Por ello “habrá un interventor que ordene la interna”, ratificó el también diputado nacional.
“Esto es algo que se venía viendo, porque es la única salida que hay”, sostuvo el dirigente, quien a su vez consideró que “no hay otra, porque al quedar sin autoridades el partido, el Consejo Nacional debe ordenar”, dijo. “Es en esa instancia también donde se definirán los tiempos para adoptar e implementar la medida”, concluyó.
Es correcto Romero al señalar que “no queda otra salida” institucional para que el PJ prescinda de cualquier otra instancia más que la de su propia organicidad para tener continuidad en el plano institucional y jurídico. Pero el justicialismo tuvo sobradas oportunidades para hacer todo bien y por estas horas estar celebrando con la mirada puesta en octubre, sin preocupaciones detrás.
A fines del año pasado activó la convocatoria a internas partidarias para cargos electivos a nivel provincial y para renovar su conducción partidaria, con fecha en 31 de marzo de este año. A partir de entonces, comenzaron a aparecer distintos obstáculos que la conducción dimensionó a tal punto, que viraron a impedimentos capaces de hacer caer la instancia comicial.
Uno de ellos fue el financiamiento. El Consejo Provincial presupuestó en 10 millones de pesos el costo de la definición en las urnas y denunció no tenerlos allá por febrero. “Sin dudas que el presupuesto, hoy en día, es un obstáculo”, decía Bassi ante periodistas de este matutino.
Pero de todas maneras, la posibilidad estaba. Creían que “donde uno la ponga, la ponen todos”, en alusión al dinero para el financiamiento. Así decían, mientras que el sector liderado por Fabián Ríos y el de Rodolfo Martínez Llano discutían sin éxito los términos y condiciones para presentar el 31 de marzo una sola lista y evitar mayores gastos.
No lo lograron. Y para peor, se superpuso el cronograma provincial de elecciones legislativas intermedias con el partidario, al punto de coincidir la fecha de inscripción de alianzas provinciales con la de proclamación de candidatos consagrados en internas. El PJ claramente quedó fuera de escuadra con esta jugada magistral del Poder Ejecutivo provincial y, por ende, trasladó esa interna irresoluta a la compulsa del 2 de junio.
Pero en el detalle de esta conversión fue que empezó a torcerse el destino del justicialismo hacia un horizonte negro. Porque para trasladar la interna a las elecciones provinciales, debió antes el Consejo resolver la suspensión de la convocatoria del 31 de marzo, con lo cual habilitó a todos los peronistas con aspiraciones a presentarse en el llamado de junio, pero sin la simbología y el nombre del Partido Justicialista, al tiempo que diluyó en el tiempo la posibilidad de dirimir en las urnas a la sucesión de Bassi. Esta instancia, quedó como una promesa, pero sin fecha estimativa y, peor aún, a sabiendas que el 21 de agosto en algún momento llegaría.
Ese día tendrá lugar dentro de la semana corta que iniciará este martes y será al día siguiente. En síntesis, está a la vuelta de la esquina el fantasma de la intervención, y así lo entiende también el apoderado del Partido Justicialista y del Frente de Todos, Félix Pacayut, quien señaló en diálogo con este matutino algunos aspectos técnicos inherentes al nuevo escenario.
“Una vez que caduquen los mandatos que no se renovaron, es necesario que se produzca una intervención de parte del Consejo nacional partidario”, aseguró el también diputado provincial, quien remarcó que el objetivo es “para normalizar desde la parte administrativa”.
A su entender, “es necesario un interventor que dé continuidad jurídica al partido y que convoque a elecciones” porque “la caducidad (de mandatos) opera sobre todas las autoridades partidarias”, dijo, aunque aclaró que “los que seguimos un poco más para que el partido tenga representación institucional somos los apoderados”.
Todo esto, según indicó Pacayut, “se producirá en el PJ cuando se venzan mandatos el miércoles”. Al mismo tiempo, también dijo que “no hay plazos” para la designación del nuevo interventor partidario.
“El PJ de Corrientes tiene un problema mucho menor que otros distritos como Córdoba o Salta, porque en su totalidad estuvimos con Alberto y Cristina”, señaló en otro pasaje de su análisis Pacayut, quien sostuvo que “acá ocurrió que vencieron mandatos y no se hicieron internas este año”, concluyó.
“Todos debemos hacernos cargo de esto, más ahora con tan apabullante apoyo de la sociedad”, afirmó por su parte el congresal y consejero justicialista, a la vez parlamentario del MERCOSUR, Alejandro Karlen, en alusión al 53% logrado por el Frente de Todos en las PASO del domingo último.
Karlen, junto a varios dirigentes más, señaló desde hace tiempo la posibilidad de una intervención, que finalmente se materializará en los próximos días. Según dijo, esa medida “era inevitable porque no se pueden prorrogar mandatos y no contamos con autoridades electas”, y agregó que la normalización podría concretarse “con suerte” para mediados del año próximo.
Según el entrevistado, “en los próximos días tendrá que nombrarse un interventor que lleve las cuentas, la parte administrativa, de la campaña”. Por ello “tendrá un carácter administrativo, al que deberá agregarse una faceta política el año que viene, para que oriente la campaña para gobernar la provincia en 2021”, advirtió.“Es la primera vez en la historia que habrá una intervención por acefalía en el justicialismo”, lamentó por último Alejandro Karlen.
En efecto, la última vez que se produjo una situación similar, no tuvo como factor determinante la ausencia de autoridades electas, sino más bien el contexto político electoral.
Así lo recordó Pacayut al señalar que “la última intervención fue en 2001, desde marzo, hasta el mismo mes de 2004”, recordó el diputado provincial y apoderado del PJ, quien también repasó que “el último interventor fue Ramón Ruiz, quien al año siguiente fue interventor del partido a nivel nacional”.
En ese lapso de tiempo “hubo cuatro interventores: Jorge Laprovitta, Ricardo Romano; luego vino “el Conde Ramos” y cuando la comisión de acción política en el PJ nacional decidió normalizar en Corrientes llegó Ramón Ruiz”, dijo. “Ahí fue (Eduardo) Galantini presidente, luego (Rubén) Pruyas y posteriormente Fabián Ríos, quien renunció después de asumir la Intendencia de la capital provincial”, finalizó Pacayut.