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Política

Gestos entre presidentes, cánticos menguados y el vilipendio de Cristina

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Crédito: 136788

Alberto Fernández y Mauricio Macri realizaron un correcto traspaso de mando ante la gélida mirada de la vicepresidente. Besamanos ministerial. Aplausos sindicales e industriales medidos. Aníbal Fernández, Gregorio Dalbón, Marcelo Tinelli y Hebe de Bonafini, en palcos principales.

 


La Asamblea Legislativa realizada para la asunción del presidente, Alberto Fernández, tuvo un condimento distintivo por sobre todas las apostillas en el recinto de la Cámara de Diputados: la gélida mirada de Cristina Fernández de Kirchner ante los correctos gestos entre el flamante jefe de Estado y su antecesor, Mauricio Macri. Es decir, en medio de una situación que debería ser habitual en democracia.

 

Minutos antes, Fernández ayudó a la vicepresidente saliente, Gabriela Michetti, a llegar al estrado principal de Diputados -con alguna dificultad debido a unos cables- para continuar con la Asamblea Legislativa, que había ingresado en cuarto intermedio para recibir al ticket que ya comanda las riendas del poder nacional y lo hará hasta el 10 de diciembre de 2023.

 

Fernández sí recibió una mirada dura durante su discurso: al hablar de las reformas judiciales que enviará el kirchnerismo y críticas hacia ese sector, el magistrado de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, se quedó estupefacto durante varios minutos.

 


Lorenzetti se ubicó a la derecha del estrado principal junto a otros miembros de la Corte, justo por detrás del vocero de Fernández, Juan Pablo Biondi; la pareja del presidente y flamante primera dama, Fabiola Yáñez; y el hijo del jefe de Estado, Estanislao. Hacia el costado derecho se mostraron los ministros del flamante Gobierno, quienes recibieron un besamanos en medio de la estampa triunfante del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

 

Para la ocasión y, por suerte, los cánticos que se dieron entre 2008 y 2015 -sobresalió la marcha peronista- fueron menguados y casi sin virulencia de La Cámpora, la rama más recalcitrante del Frente de Todos, que responde a Cristina de Kirchner y a su hijo, Máximo, jefe del interbloque oficialista. A su lado se pegó la diputada Cristina Álvarez Rodríguez, quien por momentos mostró una exagerada emotividad durante el discurso presidencial.

 

A la izquierda del estrado se sentaron un ramillete de gobernadores y los expresidentes Carlos Menem-junto a su hija, “Zulemita”- y Eduardo Duhalde .Ambos exjefes de Estado, denostados en otra época por el cristinismo, fueron buscados por varios legisladores kirchneristas y recibieron abrazos.

 

Informate más: Qué dijeron legisladores del oficialismo y la oposición sobre el discurso de Alberto

Para los palcos del primer piso recibieron invitaciones vip el exjefe de Gabinete cristinista Aníbal Fernández; el conductor televisivo y candidato a presidente del castigado San Lorenzo; Marcelo Tinelli; la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; sindicatos contentos comandados por Héctor Daer e industriales -casi en un costado y más medidos que los gremios- referenciados en Daniel Funes de Rioja (Copal) y Alejandro Bulgheroni (PAE).

 

En el mismo piso se ubicaron intendentes bonaerenses como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Juan Zabaleta (Hurlingham), quien luchó de forma atolondrada para arremangarse la camisa.

 

Una vez finalizada la Asamblea, y sobre el segundo piso de palcos, dos militantes del Frente de Todos alentaron al expresidente ecuatoriano Rafael Correa -tiene un pedido de prisión preventiva- con un “vamos a volver”. Mientras tanto, Aníbal Fernández y el abogado de Cristina de Kirchner Gregorio Dalbón, se sacaban una foto.

 

 

 

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