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Policiales

Un investigador privado y tres cámaras ocultas complicaron a Nicolás Pachelo

Un detective contratado por la familia de la socióloga puso contra las cuerdas al acusado del crimen. Un video inédito de un exempleado suyo lo acusa de haber comprado balas del mismo calibre con las que asesinaron a la mujer.

La audiencia por el crimen de María Marta García Belsunce que se realizó hoy en la sala de audiencias de los Tribunales de San Isidro no fue una más. La familia de la socióloga asesinada en 2002 mostró una de las pruebas que pueden complicar la situación judicial de Nicolás Pachelo, acusado del homicidio.

La carta clave de los García Belsunce tiene nombre y apellido: Carlos Alberto González. El ex policía de la Bonaerense contó que fue investigador privado y que la familia de la víctima lo contrató en 2003 para investigar el crimen de María Marta. Todo su trabajo fue certificado por un escribano público.

González realizó una serie de cámaras ocultas que vinculan a Nicolás Pachelo con la compra de una caja de balas del mismo calibre del revólver que se utilizó en el homicidio en el country Carmel. Según relató en la audiencia, todo lo filmó luego de una reunión en la que Francisco Pachelo, hermano del acusado, le dijo “mi hermano mató a tu hermana” a John Hurtig.

Fueron tres los videos que presentó el investigador privado. Todos los filmó con el mismo portafolio con el que llegó a la sala este miércoles, luego de explicarle a los jueces cómo funcionaba la cámara oculta. El primer video, filmado en noviembre de 2003, mostró un encuentro entre González y Mario Rivero, un exempleado de la tosquera familiar de Pachelo.

En esas imágenes, Rivero admitió que fue a comprar proyectiles calibre 32 a la “pajarera” de Del Viso junto al acusado. Los comercios son los mismos que había mencionado la familia de María Marta en una audiencia previa. “Me mandó a mí, él no se quería bajar”, contó el casero en el video proyectado.

“Vino por unos tiros. Tiró seis o siete. No salían todos. No sé si por las balas o por el arma. Él me dijo que después el revólver me lo iba a dejar a mí, pero nunca me lo dio”, expresó Rivero, fallecido en enero de este año, en otro de los videos filmados en el año 2003.

Antes de que se proyectaran las imágenes, los presentes vivieron una extraña situación. El fiscal adjunto Patricio Ferrari cruzó la sala para ver la pantalla y se sentó al lado de los defensores. Los abogados de la querella Gustavo Hechem y Sebastián Maisón lo siguieron y quedaron con poco espacio. Siempre irónico, Pachelo le dijo a Ferrari: “Siéntese, no tenga miedo”. “Lo único que no tengo es miedo, quedate tranquilo”, respondió el fiscal.

La prueba a la que se aferra Nicolás Pachelo y la impaciencia de su defensa

A pesar de que los videos que mostró el investigador privado fueron contundentes, una de las imágenes puede abrirle una puerta de escape a Nicolás Pachelo. En la conversación que tuvieron González y Rivero, el investigador le pregunta si la fecha en la que fueron a comprar las municiones calibre 32 fue en septiembre u octubre, pero el casero respondió: “O noviembre... Hacía calor”. No solo le dijo esa frase, sino que agregó: “Fue después del lío que tuvo en el country”.

Ambas afirmaciones pueden ayudar al acusado, ya que el crimen de María Marta García Belsunce fue el 27 de octubre de 2002, y la compra de las municiones podría haber sido luego del homicidio.

El investigador privado consideró que Rivero hacía referencia a ese “lío” como “a los robos en Carmel”, ocurridos antes del crimen de la socióloga.

Lo cierto es que la defensa de Pachelo se quejó por la validez de la prueba presentada por el investigador privado, anteúltimo testigo de la fiscalía. “Es una compra ilegal y en esa época no se podía grabar sin orden judicial ni comprar sin habilitación del Renar”, se quejó Marcelo Rodríguez Jordan antes de que pasaran los videos comprometedores.

El fiscal Andrés Quintana le recordó que todo el material, certificado por escribano, fue incorporado por como prueba, admitida por el tribunal y por la defensa. “La libertad probatoria tiene límites”, le replicó Rodríguez Jordan. El juez Federico Ecke zanjó la cuestión: “La nueva Ley rige en este acto”, dándole la derecha a la acusación.

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CASO GARCÍA BELSUNCE PACHELO

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