
Un delincuente aprovechó que se desarrollaba una misa para ingresar con fines de robo a una casa parroquial, en pleno centro de la localidad de Saladas. Violentó con una barreta la puerta principal y se dirigió hacia unas alcancías.
De una de ellas se llevó unos pocos billetes.
Al escuchar llegar al vicario parroquial Daniel Masares, tras la finalización de la ceremonia religiosa, huyó.
Esa situación evitó que el resultado fuese mayor.
La denuncia quedó radicada ante autoridades de la comisaría Primera con el aporte de una mujer que observó el momento en el cual un joven, de contextura delgada, salió rápidamente del lugar con una bolsa.
Luego se dirigió hacia la plaza principal, en la que se mezcló entre los transeúntes.
Conocido el caso, hay preocupación en la comunidad de Saladas, sobre todo porque ocurrió en pleno centro de la localidad.