Terminó su recorrido en la banquina y se negó a hacer el test durante varios minutos. Tenía tres veces el nivel permitido para poder manejar.
Un hombre de nacionalidad brasileña protagonizó el jueves en la tarde un hecho que bien pudo haber terminado en tragedia. Conducía un camión de gran porte con un porcentaje de 1.78 de alcohol en sangre. Más de tres veces el nivel permitido para poder manejar. Un grupo de gendarmes notó su estado de ebriedad porque atropelló los conos del control sobre la ruta y terminó su recorrido con el vehículo, a poco de volcar, en la banquina.
El delegado regional de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, César Lezcano informó el hecho en diálogo con El Libertador. Mencionó que el sujeto en cuestión provenía desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tenía por destino Uruguayana, Brasil.
El puesto de control estaba ubicado sobre la Ruta Nacional Nº 14, a la altura de la localidad de Bonpland. El camión, efectivamente, se llevó puesto los conos que señalizaban la presencia de los gendarmes en el lugar. Tras lo cual, el conductor, en una maniobra mal ejecutada se corrió hacia la banquina y el vehículo detuvo la marcha en la mitad de ésta.
Según señaló Lezcano, una vez que se le pidió que descienda del rodado, el hombre se negó por varios minutos a que se le realice en control de alcoholemia. Pero una vez logrado ésto, se comprobó el alto volumen que tenía en sangre.
Por su estado de ebriedad, se decidió actuar según indica el protocolo y se lo retuvo.
A la par, se iniciaron las actuaciones correspondientes por el grave peligro al que expuso a terceros por su accionar irresponsable. Se trata del segundo caso en menos de dos meses, sobre la misma ruta y con hombres de la misma nacionalidad.
