
Ernestina,¿ contó un insólito episodio que vivió desde anoche hasta hoy a la madrugada por el robo de la bicicleta de su hijo de 17 años. Dos motochorros armados le sustrajeron el vehículo cerca del Colegio Frondizi. Junto a su marido, un oficial de Policía, siguió a los ladrones y lograron recuperar la bici en el barrio Mil Viviendas. Durante la búsqueda pidieron ayuda a la Policía pero éstos se la negaron
“Mi hijo salió a andar en bici por la Costanera, y al regresar para el club de básquet Frondizi le siguen desde calle Pompeya dos en moto. Le tocaron bocina cerca del Campus, y él siguió su camino. Cerca del Colegio Frondizi lo pararon atravesandole la moto; se bajó el que venía atrás en la moto, y le ofrece un I-pod por la bici, y mi hijo le dice que no... como él intenta escaparse el que estaba en la moto le dice al otro: "sacá el revolver”. Le pone el revolver en la cintura y le dicen "entregá la bici o te emplomamos"... y mi hijo le terminó dando la bici” detalló la mujer.
“Esa zona siempre está libre, no hay patrulleros” enfatizó Ernestina, en referencia a la zona del barrio Molina Punta donde ocurrió el hecho.
“Mi hijo viene corriendo y me cuenta qué le pasó” expresó y agregó: “vamos a hacer la denuncia en la Comisaria 17, donde el oficial De la Cruz nos atendió muy bien, pero no me dieron más respuestas. Entonces después salimos a buscar por nuestra propia cuenta”
El periplo
Ahí empezó el periplo: “resulta ser que los delincuentes eran del barrio Belgrano desde donde le siguieron a mi hijo” detalló.
“Pegamos una vuelta por la zona, y mi hijo ve a los chicos, en una cortada, donde estaban tomando. Eran las 9 de la noche, pedimos un refuerzo de la Policía, y llegan de la Comisaría Quinta y como vieron que los chicos se levantaron nos dijeron: "nos vamos para resguardar nuestra condición física y el patrullero" y nos dejaron solos” contó.
“Yo les dije que entren y saquen la bici de mi hijo, que no nos dejen solos. Y se fueron igual. Nos dijeron que vayamos a hacer nuevamente la denuncia si queríamos” relató.
En guardia
“Mi marido se quedó a hacer guardia con mis hijos. Queríamos recuperar la bici de buena manera. Pasaron las horas y terminó todo bien, encontramos la bici en las Mil Viviendas, a las 4 de la mañana” describió.
“No sé bien cómo fue, yo estaba muy nerviosa y me dejó mi marido en mi casa y se fue a buscar la bici hasta las Mil Viviendas. Mi marido solo recuperó la bici, me indigna que siendo él Policía, sus colegas lo hayan dejado solo”, criticó.
Ernestina no quiso dar el nombre de su marido por miedo a represalias, pero el hombre acudió solo a buscar la bicicleta negociando con los delincuentes en un lugar no determinado del barrio Mil Viviendas. Radio Dos