La investigación judicial por el asesinato de José María “Kevin” Candia, preso acribillado el 21 de abril pasado por personal de las fuerzas de seguridad durante una represión en la Unidad Penal Nº 1 de la ciudad de Corrientes, ha mostrado escasos avances a un mes del hecho, manifestó la familia de la víctima. Los padres de Candia, junto a allegados y representantes legales, se presentaron ante la sede judicial reclamando celeridad.
Fuentes cercanas a la pesquisa admitieron que aún no ha sido identificado el o los tiradores de los disparos que terminaron con la vida del joven, de 22 años, quien cumplía una condenada de 6 años por robar un celular. Los informantes detallaron que ni los internos ni los agentes penitenciarios y policiales que participaron de la acción represiva prestaron declaración en sede judicial. “El único peritaje solicitado por la autoridad judicial, una prueba balística encomendada a la Gendarmería Nacional, aún no fue remitido”, agregaron.
“Queremos saber la verdad, que los culpables paguen”, reclamaron los manifestantes quienes se reunieron frente al ex hotel Buenos Aires, donde funcionan los juzgados y fiscalías de instrucción.
Desde el Ministerio de Seguridad afirmaron que continúa en curso el sumario administrativo pero de momento no se conocieron sus resultados, pese a la promesa oficial de “llegar a fondo”.
La autopsia determinó que Candia recibió 2 disparos de bala de plomo y 7 balines de postas de goma, heridas que le ocasionaron la muerte. Hoy, en dicha cárcel hay 24 internos aislados infectados por coronavirus, que ingresó a través de un penitenciario.
