El jueves a la mañana obtuvo la libertad luego de haber sido apuntado por dos hechos de grave violencia, uno de ellos cometido contra su propia madre. Ayer a la madrugada, junto a un cómplice adolescente, fue atrapado con herramientas sustraídas de una vivienda.
La reincidencia de los delincuentes, sin duda, es una de las graves problemáticas que actualmente dificulta el poder resolver el flagelo de la inseguridad. Un ejemplo de esto se vio ayer, cuando agentes capitalinos del Destacamento San Marcos arrestaron a un muchacho por robo. Lo particular es que el detenido, 24 horas antes había sido liberado luego de estar algunos días tras las rejas por hechos de violencia. Ayer, nuevamente, volvió a ocupar una celda.
El muchacho es Augusto M., quien fue detenido junto a un cómplice menor de edad.
Ambos fueron atrapados luego de que agentes del mencionado destacamento los vieran caminando en plena madrugada llevando diversas herramientas.
Luego de interceptarlos, los uniformados los interrogaron para saber la procedencia de las herramientas y qué hacían con ellas a esas horas.
Según las fuentes consultadas, luego de algunos minutos, los dos jóvenes admitieron que habían ingresado a una casa y las robaron.
Un dato a resaltar del procedimiento es que los malhechores fueron atrapados a poca distancia de la esquina de Patagonia y Bonastre, donde se ubica la casa en la que habían entrado.
También debe decirse que el propietario de la vivienda no se había dado cuenta del robo, sino que fueron los propios policías quienes golpearon a su puerta y le informaron del delito. Así es que el damnificado reconoció las herramientas.
Augusto M. había estado detenido por dos hechos de violencia, como se dijo. Uno ocurrió cuando a un menor le “destrozaron” la cabeza para robarle la bicicleta. Otro hecho fue cometido contra la madre del malviviente y este habría sido el autor de ambos hechos.
Lo cierto es que estuvo detenido hasta el jueves a la mañana, salió y ayer volvió a ser arrestado.
