Tras estar prófuga desde el sábado, la policía Lorena Miño finalmente se entregó a la Justicia, en el medio de la investigación por el asesinato de Lucas González.
La oficial fue una de las que esposó a los amigos del joven asesinado cuando pidieron ayuda, después de la balacera que recibieron. En ese momento los detuvieron creyendo, al igual que la Brigada que disparó, que se trataban de delincuentes.
Ella, al igual que el resto de los policías está acusada de plantar un arma en el auto en el que viajaban los jóvenes donde fue asesinado Lucas González.
El resto de los oficiales acusados ya están detenidos y dieron su declaración indagatoria. En esas presentaciones dieron versiones de los hechos que discrepan de lo que dijo un testigo y los amigos de Lucas que viajaban con él al momento de recibir los disparos.
El domingo 28 de noviembre, mientras estaba prófuga, se difundió un video de Miño con su abogado Roberto Castillo. El magistrado habló de su clienta como una "victima más".
“A partir del 17 de noviembre nada volvió a ser lo mismo. Se siente el odio de la gente… por tres personas que hicieron algo mal. No todos son iguales, no todos hacemos lo mismo. No tengo nada que ver con lo que pasó”, dijo la acusada de participar del homicidio de Lucas González.
Sobre lo que pasó aquel día señaló que estaba en la calle Alvarado "en ayuda de mis compañeros y cuando llegamos a Alvarado y Perdriel ya estaba la Suran estacionada".
Se le pidió que descienda al chofer del vehículo los chicos ya estaban abajo, uno se da a la fuga y los compañeros decían ‘le dispararon a mi amigo, no dijeron que eran policías, eran chorros’”, reconstruyó.
