Vanesa Romano Abraham de 43 años fue condenada este jueves en Resistencia con prisión de ejecución condicional a tres años, por abuso sexual agravado a un adolescente de 16 años que durante los ataques cometidos en 2017 era novio de una hija de la mujer.
La sentencia fue dictada por la jueza de la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia, Natalia Kuray, luego de que Abraham acordase un juicio abreviado y reconociese la violación a su exyerno. El fiscal de Cámara Sergio Cáceres Olivera y el abogado querellante Ítalo Suligoy acordaron la prisión en suspenso.
El abogado de la víctima, Ítalo Suligoy, detalló que "el chico no hizo la denuncia", sino la madre del joven, que estaba de novio con una de las hijas de la abusadora.
"Fue una causa muy compleja para nosotros", reconoció asimismo Suligoy, ya que si bien el Código Penal Argentino no distingue el género en la figura de abuso sexual, "en Chaco no había ninguna condena por abuso sexual por parte de una mujer".
Además, el abogado resaltó que "esta mujer ni siquiera estuvo detenida". No obstante, la Fiscalía Nº 10, que intervino en la causa, trabajó para reunir todas las pruebas posibles. En este marco, un psicólogo del Poder Judicial logró determinar que "el joven había sido abusado y sometido, y psicológicamente manipulado para llegar a esta situación".
Suligoy también explicó que si bien la causa iba a ser juzgada en un juicio por jurados, ya que se trata de un abuso sexual con acceso carnal, finalmente se acordó realizar un juicio abreviado. Agregó que la madre del joven accedió al proceso abreviado para no dejar la causa en manos de 12 ciudadanos.
"La sociedad no está preparada para este tipo de casos, porque se trata de una mujer", consideró el abogado al respecto
En esta misma línea, resaltó que la sentencia, a diferencia de los juicios normales, ya está firme porque se trata de un acuerdo entre la autora del crimen y la Querella. "No está detenida, pero si comete otro delito va detenida a cumplir la condena", aseveró, mencionando que debe cumplir ciertas pautas de conducta durante los próximos tres años.
En cuanto a los delitos cometidos, Suligoy explicó que "en estos casos el autor del hecho siempre prepara la escena, se va acercando a la víctima y acorralándola". Y detalló: "El chico se iba a la casa, la mujer le daba permiso para que se quede ahí durante la noche". Además, la abusadora ofrecía dinero, ropa y otros artilugios para manipular al adolescente. También le hacía mirar películas pornográficas, y le enviaba videos y fotos de ella misma.
"Estamos hablando de un menor de 16 años. Hay que tener en cuenta que la responsabilidad la tiene el mayor de edad", apuntó el abogado.
De acuerdo a la investigación, Abraham abusó del menor en su casa del barrio Provincias Unidas, y en viajes que ella con la familia y la víctima compartieron en Paraguay y el interior provincial. Durante la Cámara Gesell, el menor demostró que "no fabulaba, tiene episodios de ansiedad, trastornos y depresión", según el dictamen de los peritos.
El exyerno de Abraham comenzó a aislarse y dejó todas las actividades debido al traumatismo que le causó la agresión. Por su encierro, su madre decidió hablar con él, y meses más tarde el joven terminó confesando que la mamá de su novia lo había abusado varias veces.
