La fiscalía sugirió no otorgar la excarcelación de los secuestradores porque la defensa no comprendió correctamente el nuevo Código Procesal Federal.
El Tribunal Federal negó este lunes las excarcelaciones a las cuatro personas que estaban condenadas por el secuestro de Cristian Shaerer. Esta decisión se tomó a instancias de las fiscales auxiliares Tamara Pourcel y Melina Perborell.
Luego de que la defensa de Oscar Antonio Salgan, María Esther Sudo, Miguel Ángel Ramírez y Sergio Gustavo Salgan solicitara la excarcelación respaldándose en el art.375 (sobre revisión de sentencias) del Código Procesal Penal Federal, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Corrientes resolvió declarar improcedente el pedido.
La Fiscal Federal subrogante, Melina Perborell y Tamara Pourcel, Fiscal Auxiliar, argumentaron que la vía procesal intentada por los defensores no era la correcta y que había mal interpretado el Código Penal. “Debe efectuarse una interpretación armónica entre las normas del actual código y la del nuevo Código Procesal Federal”, señalaron.
De los cuatro secuestrados, solamente Ramírez está cumpliendo una pena de 18 años. Los otros tres, una de 17. Todos ellos fueron condenados por el delito de “secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas y por su comisión con armas de fuego”.
El caso
A Cristian Schaerer lo secuestraron en la primavera de 2003, en la puerta de su casa del barrio correntino de Las Tejas. Su familia pagó 277.300 dólares por su liberación. Se cree que estuvo cautivo en Uruguayana, Brasil y que fue asesinado la misma noche del pago. Su cuerpo nunca se encontró.
El joven era hijo de de Juan Pedro "El Vasco" Schaerer, ex ministro de Salud correntino quien en 1999 se afincó en Paraguay luego de que la Justicia de su provincia pidiera su captura para que respondiera en varias causas por corrupción.
Una teoría sobre el secuestro del joven sostiene que Lohrmann lo eligió como víctima porque se lo marcaron como miembro de una familia que podía pagar buen dinero por su rescate. Por eso, dicen, el primer pedido de rescate fue de cinco millones de dólares.
