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Opinión del Lector

Pasajeros de un tiempo que nunca hemos imaginado

Ricardo Bustos

Por Ricardo Bustos

Cualquiera sea tu raza, edad, altura, peso o profesión, serás pasajero de este tiempo. En el universo todo es cíclico. Nadie, ninguno de nosotros los mortales, sabemos de dónde hemos venido y hacia donde vamos. Millones de años, donde planetas, estrellas, galaxias enteras, van sufriendo transformaciones y en medio de esa majestuosidad, nosotros, unos minúsculos puntos moviéndose de un lado a otro porque no sabemos cuál es nuestro lugar verdadero sobre el planeta tierra.

Los del norte quieren vivir en el sur, los del mar en la montaña, los blancos quieren ser morenos, los delgados, gorditos y nadie está conforme con lo que le ha tocado en el reparto de bondades astrales que, obviamente no hemos podido elegir. Quizá muchos se enojen, pero en mí caso, me hubiera gustado nacer en otro lado, no se en qué país o continente, pero estoy seguro que no es donde he sido ubicado al nacer. Somos millones quienes vivimos donde no nos sentimos cómodos con el entorno pero pocos los que se animan a confesarlo. Hipocresía, sumisión, poca valoración de nuestro ser, son algunas de las causas de negación. Un viaje en el tiempo no es poca cosa y deberíamos tener la posibilidad de elegir el transporte que nos lleva.

Hemos llegado a una instancia, dónde ya poco interesa si es Domingo o Jueves. Solo la claridad de cada amanecer nos alienta para continuar en la espera de algo que no tenemos idea que es. De futuro no podemos hablar y mucho menos planificar el "día a día". Si eres joven contagias, pero si estás en el otro grupo, te contagian. Todos somos cómplices involuntarios de este virus que ataca sin piedad. Acá no hay buenos o malos, la única diferencia está en quien continúa o queda en el camino en este viaje que ninguno de nosotros tuvo la posibilidad de armar las valijas. Con rezar solamente no alcanza porque Dios no es culpable de nuestra irresponsable actitud frente al drama que estamos viviendo. De nosotros depende seguir o ser solo un recuerdo de un pasajero que alguna vez viajó en este tren llamado "Vida".

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VIDA

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