Por María Antonia Galvaliz
Siempre hay algo rondando en nuestra cabeza o algo externo que nos impide disfrutar plenamente del momento.
Rara vez nos situamos en el momento presente; tener atención plena del aquí y ahora nos ayuda a concentrarnos más en los objetivos, mejorar nuestra inteligencia emocional y mantenernos alejados del estés.
Cuando nos perdemos sumergidos en los recuerdos del pasado o en la anticipación del futuro solemos quedarnos atrapados; esto secuestra nuestra atención haciendo que nos sea más difícil permanecer presentes en los momentos cotidianos de nuestra vida.
Para esto la clave es observar cuándo no estamos en el momento presente, y así traernos de vuelta.
La técnica de mindfulness refiere a la capacidad humana de poder estar situado en el presente, de ser capaz de permanecer y registrarnos en nuestro aquí y ahora.
El mindfulness consiste en centrarse y aceptar en el presente tal como es, para poder seguir adelante y afrontar el futuro.
¿En qué se basa el mindfulness? Es una práctica basada en la meditación, consiste en prestar atención a los pensamientos, las emociones, las sensaciones corporales y al ambiente que nos rodea, sin juzgar si son adecuados o no; enfocando la atención en lo que se percibe, sin preocuparse por los problemas, por sus causas y consecuencias.
El mindfulness desarrolla nuestra capacidad de mirar hacia dentro para acceder al mundo nutritivo personal, fundamento de la sabiduría que sustenta nuestra vida.
Esta es una herramienta muy potente para alimentar las experiencias y emociones agradables y aprender a relacionarnos de otra manera más constructiva con las experiencias difíciles; aprender a desconectar del exterior y conectar con uno mismo en cuerpo y mente.
Nos ayuda tambien a gestionar y afrontar las emociones desagradables con consciencia y valorarlas como algo que va a pasar; nos da la posibilidad de elegir qué hacer con esto que me está pasando.
El mindfulness como técnica tiene su origen en antiguas prácticas contemplativas que se desarrollaron en la India y, desde allí, se difundieron en todo el continente asiático, donde el núcleo común de estas prácticas era conseguir un estado de felicidad a través de un refinado control sobre la reactividad de la mente, (emancipación del individuo sobre el condicionamiento psicológico).
El mindfulness ayuda en la mejora de la concentración, la creatividad, la inteligencia emocional, la memoria y la capacidad para afrontar situaciones complicadas; relajando la mente y concentrarse en lo que ocurre en el presente de manera plena.
¿Sabías qué él mindfulness se usa en el tratamiento del estrés, trastorno de ansiedad, depresión, estrés post-truamático, trastornos de alimentación, dolor crónico etc?
Además, es utilizado en la educación y en las empresas, debido a los múltiples beneficios que ofrece como reducción de estrés, aumento de la atención y aumento de la satisfacción laboral.
Algunos puntos a tener presente para centrarse en el presente y organizarse mejor:
• Planifica, visualiza y establece las 5 actividades más importantes, tareas u objetivos del día.
• Define cuáles son tus mejores horas de productividad a lo largo del día.
• Alinea tus pensamientos, emociones y acciones.
• Evita las multitareas y prioriza.
• Trata tu mente como a un músculo y cada vez que identifiques pensamientos que te distraen, reconócelos por su nombre, re-direcciona y re-enfócate.
• No procrastines, evita distracciones, hazlo.
• Construye voluntad y disciplina en tus acciones, cambia el “debería por el voy a”, y actúa.
• Construye hábitos estimulantes y motivadores, centra tu energía de acción.
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.
