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Opinión del Lector

La cuarta ola del COVID

Carlos Belgrano

Por Carlos Belgrano

En contemporaneidad al paupérrimo espectáculo ofrendado por el brushing man y su tenacidad en no abandonar su farandulesca presidencia, un panorama sombrío para con la humanidad toda, otro acápite, de una notoria y mayúscula trascendencia, no debe ralentizarse ni sacarlo de la investigación de la Prensa.

La farmacéutica Pfizer que, ya ha probado la eficiencia de sus investigadores, a partir no solo del sildenafil hace décadas y muy posteriormente, con el patentamiento del prevenar para la prevención de la neumonía, infiero que de todas sus colegas es la más avanzada.

Pero, suponiendo que su vacuna en ciernes, fácticamente proveerá el arma contra este indómito y rebelde sars, sus propios directivos, le asignan una efectividad de algo más que el noventa por ciento -90%- de posibilidades preventivas de contagio.

De ser ello cierto, circunstancia ésta, aún en expectativa, no hace más que permitirnos la apertura de una puerta hacia un futuro inmediato del todo sombrío, toda vez que de aplicarse sus dosis, digamos, a unos dos mil millones de seres humanos, que en números gruesos serán en pocos meses, los pacientes bajo un tratamiento intensivo, descontamos que. implicaría que un diez por ciento -10%- de los inoculados, no quedarán exentos de contraer este endemoniado flagelo.

Y es a partir de mi improvisado y doméstico razonamiento que me interrogo, si el planeta se encuentra alistado para que las redes hospitalarias, puedan receptar a tal cantidad de enfermos no receptivos a los efectos sanadores de esta vacuna.

Más aún, a poco de contemplar que en esta frenética carrera por fraccionarla, por parte de sus competidores, mucho dudo, puedan obtener más óptimos resultados y en un tan elevado porcentaje.

Un enigma éste, un tanto difícil de metabolizar es mi modesta opinión, agravado por una secuela de la que nadie pronuncia ni un vocablo, enderezado a nuestra ignorancia sobre la resiliencia de esta suerte de plaga bíblica.

Ni siquiera creo, sea del caso en esta Entrega, verter unos párrafos sobre la fallida suerte de la economía mundial, con tantos millones de Seres Humanos que, bueno, deberán de internalizar el abandonar este plano terrenal con marcada resignación.

Estas ideas sueltas y carentes de rigor científico, de algún modo, me indican la peligrosidad y en progreso acerca de la pobreza informativa y deductiva de la Prensa Internacional en su silente complicidad con los gobiernos de todas las latitudes.

Hundiendo un tanto la daga de la curiosidad, a poco de hacerlo, caigo en la cuenta que, en gran parte, todo se debe a que el hombre de hoy, incluyendo a ambos sexos y a los de neo categorías, en esencia es un imbécil.

Se aprecia en las Artes, con un fuerte sino de absoluta decadencia y por encima de ellas, veo en las dirigencias políticas, valores en ausencia muy compatibles.

En ello, me aparenta que tenemos enfrente de nosotros, el verdadero enemigo; más letal que el remedo de una contramedida para combatir a un mortal enemigo que se dispersa, con una sinonimia tan fantasmagórica a la carbonilla de Felicien Rops en su obra Les Sataniques -1882-, en la que, con una silueta muy compatible a su macabra Obra, escenificó al Maligno esparciendo sus contaminantes semillas sobre todos nosotros los Mortales.

Me he permitido así, volcar estas reflexiones sobre...

LA CUARTA OLA DEL COVID.

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