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Opinión del Lector

En pandemia: el arte de luchar contra gigantes

Gastón Taratuta

Por Gastón Taratuta

Una lectura rigurosa de nuestras debilidades y de nuestras oportunidades, en el ámbito profesional y, por qué no, personal, bien puede ayudar a transformar una desventaja en una ventaja.

“Lo que se aprende por necesidad está mucho más cargado de significado que lo que se aprende fácilmente”, propone Malcolm Gladwell en David y Goliat: desvalidos, inadaptados y el arte de luchar contra gigantes. En tiempos de pandemia -de suma incertidumbre, de reglas vulnerables y de desafíos perentorios-, el enunciado nos invita a abrazar el optimismo.

Publicado en el año 2013, el bestseller del reconocido periodista británico-canadiense parte de una premisa: las ventajas y las desventajas no siempre son como las pensamos. Por medio de varios casos reales -que incluyen la historia del exitoso abogado estadounidense David Boies, que padece dislexia; los bombardeos sobre Londres durante la Segunda Guerra Mundial y el impacto que tuvieron en la moral de la ciudad, y la campaña de Birmingham liderada por Martin Luther King en 1963-, Gladwell disecciona aspectos mundanos como la fortaleza y la debilidad, la superioridad y la inferioridad, y la buena y la mala fortuna.

En el proceso, mientras evaluamos probabilidades de éxito, asimilamos de qué manera podemos luchar contra gigantes. Aunque a simple vista inspiren lo contrario, ellos muchas veces tampoco son como los pensamos.

Como David, héroe de la historia definitiva de superación, las personas y las organizaciones deben encontrar la manera de prosperar aun en los contextos más difíciles y angustiantes. Como el personaje que apeló al ingenio para vencer al enorme filisteo, compañías nacionales, regionales y globales han adoptado soluciones digitales para superar las puertas cerradas y el distanciamiento social.

Como quien luego sería erigido rey israelita -y quien, en pleno combate, supo que su honda era un arma mucho más letal que la lanza de su oponente-, muchos hemos incorporado soluciones creativas e innovadoras en nuestras empresas para avanzar y no quedar en el camino. Como sugiere Gladwell, todo aquello que hemos aprendido para sobrellevar este y otros períodos de crisis está cargado de significado.

La fortaleza es solo una apariencia, recuerda el también autor de El punto clave y de Blink: inteligencia intuitiva. O, dicho de otro modo, todos los Goliat tienen importantes puntos débiles que un contrincante avezado puede descubrir y aprovechar. En esta línea, Gladwell traza un paralelismo con la situación de Estados Unidos durante los últimos años: a pesar de ser la gran potencia militar y económica del mundo post-Guerra Fría, el país ha enfrentado serias dificultades para cumplir sus objetivos fronteras para afuera. No es malo ser más grande y más fuerte que la competencia, pero existen ocasiones en las que más vale ser cabeza de ratón que cola de león.

Pienso en David y Goliat -en la obra de Gladwell, en la narración bíblica y en su significado popular- e inmediatamente pienso en los rostros, los nombres y los apellidos de emprendedores de Latinoamérica que, contra viento y marea, se animaron a ir por más. A encontrar huecos y romper paradigmas. A decir presente y pisar fuerte en tierras de gigantes. Hoy son al menos 20 las empresas unicornio -aquellas cuyo valor de mercado supera los mil millones de dólares- nacidas en la región, cada una ejemplo de tenacidad, visión y propósito.

“Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo”, le espetó Goliat a David, en una clara provocación de quien se sentía superior y victorioso antes de empezar la pelea. El gigante anhelaba la lucha cuerpo a cuerpo y aplastar al pequeño David con su fuerza física. Pero tenía enfrente a un adversario consciente de sus limitaciones y dispuesto a sacar ventaja de ellas.

La pandemia ha desatado una crisis económica, sanitaria y social sin precedentes. Sin embargo, una lectura rigurosa de nuestras debilidades y de nuestras oportunidades, en el ámbito profesional y, por qué no, personal, bien puede ayudar a transformar una desventaja en una ventaja. Y convertir en realidad aquello que muchas veces parece impensable.

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