Por Daniel Caran
Ayer se cumplieron dos meses sin respuestas, políticas y judiciales, al incidente de las vacunas que eran transportadas por el ministro de Salud Pública de la provincia, Ricardo Cardozo, de manera irregular y que fue un escándalo nacional.
El funcionario llevaba en una camioneta particular un lote de 900 vacunas que, tras colisionar con otro rodado en las afueras de la ciudad de Corrientes, dijo que las llevaba personalmente a Goya. Luego se informó que el ministro tuvo un infarto y que esa descompensación fue lo que produjo el choque. Es decir: ¿Si no padecía esa descompensación nunca nos hubiésemos enterado de que las vacunas anticovid-19 en Corrientes se transportan de manera informal? Como si se tratara de un delivery de esas dosis. A pedido el propio funcionario lleva las medicinas.
A dos meses de ese episodio la provincia de Corrientes acumula en stock 83.708 dosis sin ocupar. Según el registro del Ministerio de Salud de la Nación a través del Monitor Público de Vacunación. Se ubica la provincia en el sexto lugar de los distritos más lentos en sus campañas de inmunización. Corrientes es menos dinámica junto a Misiones en el NEA.
¿Qué pasa con las vacunas en Corrientes? Por qué se demora tanto en avanzar con el plan de vacunación provincial. Aún hay sectores de trabajadores esenciales que no recibieron ni siquiera una dosis de la inmunización. Hay que agregar la instrumentación para pedir turnos a través de las plataformas oficiales, verdaderos laberintos, especialmente para los adultos mayores que no tienen fácil acceso a esos dispositivos.
Todo este panorama con dos meses sin respuestas al episodio del ministro de Salud Pública, la segunda ola a pleno y ya con temperaturas bajas en un otoño que se hace sentir.
Es necesario que se den respuestas y que se dinamice la vacunación no solamente a los trabajadores esenciales, hay que hacerlo extensivo a toda la población porque vacunas hay. Y lo que no hay más, son excusas para no cumplir con la inmunización a los correntinos y correntinas.
Deberían bajarse un poco de la realidad paralela en la que pululan funcionarios provinciales y articular las medidas necesarias para ocupar esas vacunas disponibles. O para qué las guardan, para qué atrasan tanto la vacunación. No hay una respuesta lógica a la lentitud con que se maneja el Gobierno de Corrientes.
Se suma a la falta de controles para bajar los índices elevados de contagios que se registran hace semanas en toda la provincia. la liberaron de actividades que nada tienen que ver con el esparcimiento sano de la familia, por ejemplo, carreras cuadreras. Verdaderos focos de contagios que vemos todos los fines de semana.
Necesitamos respuestas y las mejores respuestas son las acciones. Ocupen las vacunas que llegan a Corrientes. Salven vidas y cuídennos.
