Por Daniel Caran
No se descubre nada nuevo si se relaciona al poder político con la Justicia en Corrientes. Desde siempre está instalada esa sutil y desdeñable interferencia de los señores gobernantes en las decisiones de los jueces, muchas veces –casi siempre- cercanos a las ideas y fundamentos de quienes ocupan la Rosada local.
Esa continua relación se profundiza en tiempos electorales, y más aún cuando se vislumbran enemigos que pueden hacer temblar el reducto de poder.
Ricardo Colombi entiende a la Justicia como un cuadro más de su estructura política. Y lo demuestra.
Lo hace permanentemente, y sin tapujos, como cuando impulsa y ubica a un ex funcionario de su Gobierno como juez en Goya, y con él atropella al intendente Bassi, convertido en uno de sus más peligrosos enemigos desde que osó con ganarle en un distrito estratégico.
Y dice tener “la bala de plata”, como contó Fabián Ríos en el reciente Congreso del PJ, para terminar con las intenciones políticas del hoy jefe comunal capitalino.
Así instrumentará campañas y planes con elementos judiciales contra el que se le ponga adelante, más aún cuando se sabe yéndose del poder con todos los peligros que ello implica: será tiempo de revisar antecedentes y revolver cosas que no están tan claras. Y está claro que Colombi en ese contexto está “flojito de papeles”.
El peronismo pareció encolumnarse en el propósito de denunciar éstos procedimientos.
“Cuando golpean la puerta de un compañero, porque nos va a tocar a nosotros”, dijo en clara alusión a la situación que vive Gerardo Bassi, procesado en Goya por el juez Ortiz.
“Utilizar la Justicia o a personajes de la Justicia para ejecutar órdenes electorales es un punto del que no se vuelve”, recalcó Ríos.
El mismo ámbito sirvió para confirmarse que los senadores del PJ justamente irán a la Justicia por el cuestionado pliego de Casarrubia, y reiteraron –Pruyas mediante- que lo realizado como estrategia en el recinto está dentro de lo reglamentado.
El contexto, lo saben los peronistas, no es el mejor. Y aunque empieza a transcurrir sus últimos tiempos, Colombi apelará a todas las herramientas que le permitan “ir bajando” enemigos… Y en ese plan, tiene a la Justicia como parte importante de su ejército.
